La canciller alemana, Angela Merkel, entregó su apoyo al presidente federal alemán, Christian Wulff, fuertemente cuestionado por un escándalo sobre un polémico crédito inmobiliario, su cercanía a poderosos y el intento de frenar informes de prensa al respecto.
A través de su vocero, Steffen Seibert, la mandataria dijo que tiene una "alta estima" de Wulff y que celebraba sus declaraciones públicas efectuadas en una entrevista televisiva el miércoles pasado, que calificó de paso importante para restaurar la confianza de los ciudadanos.
El voceroindicó que Merkel respeta y que no comentará la decisión de Wulff de no permitir que sea publicado el mensaje que dejó en el buzón de voz del director del diario Bild.
Wulff admitió haber cometido errores en la entrevista televisiva y descartó de plano renunciar al puesto que asumió hace un año y medio.
El político democristiano es cuestionado desde hace semanas por haber pedido prestado medio millón de euros a una pareja de amigos empresarios para costear una casa para su segunda mujer, Bettina, cuando gobernaba Baja Sajonia, en 2008. También le llovieron críticas por sus vacaciones en casas de empresarios amigos durante su gestión gubernamental.
La gota que colmó el vaso fue, sin embargo, el intento de frenar la publicación de todo esto a través de un llamado telefónico al director de Bild, el diario más leído del país.
Wulff se disculpó poco después y afirmó que no había querido impedir el informe, sino aplazarlo hasta su regreso de una gira por Medio Oriente.
El rotativo mantuvo su versión de que el Presidente trató de presionar para que no hubiera difusión y solicitó al presidente su permiso para hacer público el contenido de la llamada. Wulff lo denegó alegando que se había dejado llevar por la tensión.
La prensa alemana recibió con gran escepticismo el "mea culpa" televisivo del Presidente y estimó que su credibilidad se ha visto seriamente deteriorada.
ENCUESTA
Menos dura fue la reacción de la población, según revela una encuesta de la televisora ARD realizada después de la difusión de la entrevista. Pesa a que muchos alemanes no se manifestaron convencidos por los argumentos esgrimidos por el Jefe de Estado, un 60% opinó que el mandatario se merece "una segunda oportunidad".
Wulff, antiguo vicepresidente de la Unión Demócrata Cristiana de Merkel, fue encumbrado por la canciller al máximo cargo de Alemania después de que renunciaRA de forma sorpresiva el antecesor, Horst Köhler.
El ex director del Fondo Monetario Internacional se sintió ofendido por las críticas a unas declaraciones suyas en las que vinculaba la política exterior alemana a intereses económicos.
La elección de Wulff no fue fácil. El ex primer ministro de Baja Sajonia consiguió la mayoría de los votos en la tercera ronda de votación de la Asamblea Federal, integrada por representantes de todas las fuerzas políticas y sociales de Alemania.
Se impuso al candidato promovido por socialdemócratas y verdes, el luchador de derechos cívicos y ex disidente germano oriental Joachim Gauck. En medio del escándalo en torno a Wulff han surgido voces que demandan la renuncia de éste y la elección de Gauck.