La canciller alemana, Angela Merkel, prometió este viernes defender al euro, que según dijo era más fuerte que el antiguo marco alemán, pero advirtió que los europeos enfrentan una larga y dura "maratón" para recuperar la credibilidad perdida.
"Resolver la crisis de deuda soberana es un proceso y este proceso tomará años", dijo Merkel en una audiencia ante el Parlamento.
La autoridad llamó a un enfoque de largo plazo para llevar a cabo una integración fiscal más estricta en la zona euro, con una disciplina presupuestaria más severa y descartó la posibilidad de masiva emisión de dinero al estilo de la Fed por parte del Banco Central Europeo.
"El BCE tiene una tarea distinta a la de la Fed estadounidense o al Banco de Inglaterra", dijo la líder alemana.
Sin embargo, el diario Sueddeutsche Zeitung dijo que Merkel estaba dispuesta a evaluar que el BCE reforzara sus compras de bonos de países en problemas de la zona euro, como una solución puente hasta que los controles presupuestarios tomen forma.
A una semana de la cumbre de la Unión Europea, que es vista como clave para el bloque monetario, Merkel descartó emitir bonos conjuntos de la zona euro como una solución a la crisis, al afirmar que infringía la Constitución alemana.
En vez de eso, llamó a una combinación de mayores poderes europeos para controlar los presupuestos nacionales, para que sean incorporados en las reformas al Tratado de la UE, y un uso inteligente del fondo de rescate del bloque para estabilizar a los mercados.
Las acciones globales y los bonos europeos seguían recuperándose con expectativas de que los líderes de la zona euro puedan acercarse a una solución de amplio alcance a la crisis de deuda.
El discurso de Merkel fijó la agenda para siete días de intensa diplomacia para tratar de dar un marco para un nuevo acuerdo político que restaure la alicaída confianza del mercado y le dé al BCE margen para actuar más decididamente para defender al euro.
El lunes, Merkel viajará a París para delinear propuestas conjuntas con el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, de cambios al tratado que impliquen controles más estrictos de los presupuestos, con sanciones automáticas para los incumplidores.
En un discurso el jueves, Sarkozy recibió con agrado los llamados germanos a un nuevo tratado que sea más estricto en cuanto a disciplina fiscal, pero a diferencia de Merkel, no hizo mención de los mayores poderes para la Comisión Europea o la Corte Europea de Justicia.
En los mercados, los bonos alemanes a 10 años se desempeñaban mejor que los bonos del Tesoro estadounidense y los Gilt británicos, dado que los inversores tenían expectativas de un acuerdo en la cumbre de la UE y una acción del BCE para flexibilizar el financiamiento de los bancos faltos de efectivo y para enfrentar una posible recesión en Europa.
Los rendimientos de la deuda italiana y española caían aún más por esperanzas de una solución en la zona euro.