Las diferencias entre Donald Trump y la canciller de Alemania, Angela Merkel, son evidentes. En especial después de los dichos del Presidente de Estados Unidos al inicio de su mandato, cuando afirmó que Merkel había "arruinado a Alemania" con su política de puertas abiertas a los refugiados, permitiendo el ingresar más de medio millón de inmigrantes en 2015.
A pesar de los escasos presagios positivos, Merkel y Trump intentarán lograr un consenso durante su primera reunión prevista para hoy en la Casa Blanca. La canciller alemana tuvo una excelente relación con el ex Presidente Barack Obama durante su gobierno. Sin embargo, el cambio de mando en Washington no ha sido precisamente fluido. Así, la relación se enfrió, según coinciden los analistas.
La visita que estaba programada para el martes se pospuso para hoy debido a un temporal de nieve que afectó la costa este de EE.UU. según explicó el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer. Además, se informó que continuarán con el mismo programa que estaba previsto. Desde el gobierno alemán señalaron que hablarían de "diversos temas bilaterales e internacionales y sobre la alianza transatlántica."
Ambos gobernantes tienen previsto reunirse en privado por aproximadamente dos horas, según lo anunciado el lunes por el vocero de Merkel, Steffen Seibert. Más tarde, ambos mandatarios hablarán con inversionistas y empresarios, posiblemente en un almuerzo.
Junto a Merkel viajaban anoche a Washington D.C. representantes de compañías alemanas que mantienen operaciones en EE.UU., además de los directores ejecutivos de Siemens, Joe Kaeser y de BMW, Harald Krüger. Se trata del primer encuentro de los fabricantes de automóviles después de haber sido amenazados en febrero por Trump, sobre posibles sanciones si decidían trasladar parte de sus producciones a México.
Merkel señaló el lunes que Estados Unidos es un socio comercial "central" para Alemania y la Unión Europea.