El primer ministro británico, David Cameron, y la canciller alemana, Angela Merkel, advirtieron de que el referéndum de Crimea del próximo 16 de marzo puede ser "ilegal" y anticiparon "consecuencias" para Rusia si busca legitimarlo, informó hoy un portavoz de la residencia oficial de Downing Street.
Cameron y Merkel celebraron anoche en Alemania una cena de trabajo, en la que abordaron, entre otros asuntos, la crisis en Ucrania, según indicó la fuente de Downing Street.
"Ellos acordaron que la prioridad es rebajar la tensión y que Rusia participe en un grupo de contacto lo más pronto posible" para abordar la crisis ucraniana, agregó la fuente.
"Reiteraron -subrayó el portavoz- que el propuesto referéndum en Crimea puede ser ilegal y que cualquier intento de Rusia de legitimar el resultado podría tener más consecuencias".
Al mismo tiempo, los dos políticos coincidieron en la necesidad de trabajar para apoyar al Gobierno ucraniano y ver la manera que la comunidad internacional pueda ayudar a estabilizar la situación económica en ese país, indicó el portavoz oficial.
Según la fuente, en la conversación que Cameron mantuvo anoche con el presidente ruso, Vladímir Putin, éste le aseguró que Rusia quiere encontrar una solución pacífica en Crimea, por lo que se mostró a favor de considerar la formación de un grupo de países de contacto para facilitar el diálogo con el nuevo Gobierno de Kiev.
Putin le dijo a Cameron que estudiaría esta idea -pues Rusia no reconoce a la nueva Administración de Ucrania- con su ministro de Asuntos Exteriores, Sergey Lavrov.
El ministro británico de Exteriores, William Hague, dijo el domingo que la ocupación de la península ucraniana de Crimea se demostrará "un error de cálculo" a largo plazo para Rusia.
En una entrevista con la BBC, el ministro aseguró que Rusia afronta "consecuencias significativas" en cuanto a su influencia global si rechaza entrar en negociaciones con el Gobierno de Kiev.