El 27 de noviembre, a días de la primera vuelta, la directiva de la DC redactó una carta en la que daba a conocer su molestia con las declaraciones del representante en Chile de la Fundación Konrad Adenauer Stiftung (KAS), Andreas Klein, quien había cuestionado la política de alianzas que la Democracia Cristiana había forjado con partidos de izquierda. La misiva, sin embargo, no prosperó a solicitud del entonces presidente (s) Matías Walker.

Ahora, a dos semanas de la segunda vuelta, las declaraciones que dio Klein a La Tercera, en las que señaló que la DC debe mantenerse al margen de coaliciones de izquierda y priorizar el "camino propio", además de no cerrarse a negociar acuerdos con el gobierno de Sebastián Piñera ante objetivos comunes, volvieron a encender los ánimos en la falange.

Varios dirigentes, de hecho, acusaron una pretensión "injerencista" del representante de la fundación que mantiene una histórica relación con la Democracia Cristiana.

El primero en tomar distancia de los dichos de Klein fue el vicepresidente de la colectividad, Ramón Mallea. "Ninguna fundación extranjera, aun cuando tenga una cercana relación con la DC en Chile, puede pautear al partido, menos por la prensa. Impresentable y un claro acto que dificulta nuestras relaciones institucionales", sentenció.

En redes sociales, la presidenta interina de la DC, Myriam Verdugo, concordó con los cuestionamientos. "La DC tiene su institucionalidad y acuerdos vigentes. Somos oposición y solo nosotros, sin influencia externa, decidimos". Y agregó: "Si él (Klein) tiene su opinión, puede venir a la mesa. Pero yo ni siquiera lo conozco. Es lamentable".

Del mismo modo, el secretario nacional del partido, Gonzalo Duarte, sostuvo que no eran "convenientes" las opiniones emitidas por el representante de la fundación, sobre todo considerando que la materia es objeto de debate por las instancias internas. "Se prestan para confusiones y malas interpretaciones. Habría preferido que se hubieran omitidos", afirmó.

A nivel parlamentario tampoco pasaron inadvertidas las declaraciones del encargado de Konrad Adenauer en Chile.

El más crítico fue el diputado DC y miembro del sector "chascón" de la colectividad, Víctor Torres: "Nuevamente el señor Andreas Klein, en su dinámica injerencista, pretende instruir a la DC sobre sus definiciones políticas y de alianza". "Es un intromisión inaceptable, que transgrede las razones de su misión en Chile", enfatizó.

En la misma línea, el subjefe de bancada de la DC, Gabriel Silber, expresó que "no es bueno que un organismo internacional pautee públicamente a la DC"

"Uno puede entender el rol de la Konrad Adenauer de querer alinear a la DC chilena con la CDU alemana, que es más bien un partido de centroderecha, pero otra cosa es señalar públicamente, en un acto injerencista, que se deben tomar ciertas decisiones, que le corresponden a la DC y a sus militantes", agregó.

En tanto, el consejero nacional y diputado Fuad Chahín fue un poco más cauto, instando a debatir el tema internamente. "No es bueno entrar en una discusión pública. Si bien es cierto que uno puede compartir o no los dichos de Andreas Klein, creo que el debate tiene que darse al interior del partido de manera autónoma. Siempre es bueno tener conversaciones con la Fundación Konrad Adenauer".

Entre quienes sí se mostraron de acuerdo con la tesis de Klein sobre la conveniencia de que la DC no vuelva a adherir a una coalición política como la Nueva Mayoría y no cerrarse a acuerdos circunstanciales con el nuevo gobierno, estuvo el ex ministro del Interior Jorge Burgos. "Creo que la DC, desde la oposición, debe saber distinguir las áreas de convergencia y de diferencia, no subirse al carro de la intransigencia", expresó.

Al igual que Burgos, el diputado electo Miguel Ángel Calisto indicó que "es razonable lo que dice Klein (…) la DC no debería estar en la lógica de bloques de izquierdas o derechas".