El tema se viene discutiendo hace varios días. Sin embargo, aseguran sus miembros, han sido los acontecimientos de los últimos días los que han aumentado el interés de un grupo de históricos militantes de la Democracia Cristiana por anunciar para las próximas semanas su renuncia colectiva al partido. Pero no solo ello, sino que también rearmarse en un nuevo centro de estudios.
Todo comenzó cuando hace dos semanas, dos militantes ingresaron un requerimiento al Tribunal Supremo (TS) para pedir la expulsión de los ex ministros de la DC Mariana Aylwin y Pedro García; del ex subsecretario Clemente Pérez y de los ex superintendentes Manuel Inostroza y Álvaro Clarke, entre otros, luego de que anunciaran de que no apoyarían al entonces candidato presidencial Alejandro Guillier.
La instancia partidista aceptó como admisible la solicitud, iniciando de esa manera una revisión del caso que podría terminar incluso en la expulsión de las ex autoridades.
En medio de ese escenario, los miembros del sector moderado de la colectividad, Progresismo con Progreso (PCP), han continuado sus conversaciones con miras al rol que cumplirán en un futuro gobierno de Sebastián Piñera. En esos mismos diálogos fue que surgió como una "buena alternativa" el que, aprovechando la experiencia de sus integrantes en los gobiernos de la Concertación, así como en el mundo privado, pudieran levantar como sector la opción de un nuevo think tank que fuera capaz de "representar" al mundo de centro.
Esta plataforma, afirman algunos de sus integrantes, les permitiría, además, seguir teniendo vigencia en política y, al mismo tiempo, "contribuir" a través de políticas públicas, incluso para la DC. En ese sentido, señalan, Aylwin podría enfocarse en Educación o García en Salud, por ejemplo.
Presentación de la mesa
El jueves de la semana pasada, la presidenta interina de la DC, Myriam Verdugo, anunció que la directiva del partido entregaría información al Tribunal Supremo para el actual requerimiento que revisa una posible expulsión de Mariana Aylwin.
El documento -ya redactado- fue difundido ayer entre los miembros de la mesa, y quienes tuvieron acceso a él comentan que incluye una serie de publicaciones en medios de comunicación, que apuntan a los dichos de la ex ministra de Educación cuando afirmó que se sentía "más identificada con Chile Vamos que con la Nueva Mayoría".
Y aunque desde la directiva descartan que esta sea una medida de "presión", Verdugo sí reconoce que espera que el Tribunal Supremo tome los documentos al menos "en consideración" para la decisión que resuelva a futuro. Por su parte, desde el TS explican que será el próximo 2 de enero cuando se discuta la eventual defensa que presente la ex secretaria de Estado, y dependiendo de ello se podría citar a las partes incumbentes. No obstante, aseguran desde la instancia partidista, el caso podría durar incluso hasta un año, dependiendo de cómo avance el trámite y cuán involucradas estén las partes.
Desde el entorno de Aylwin, en tanto, comentan que estos han sido días "duros" para la hija del ex mandatario, y que aún estaría en un proceso de reflexión. De hecho, aún no estaría del todo claro si es que la ex ministra va a responder al requerimiento del Tribunal Supremo. "Todo dependerá del tono del texto", habría transmitido la ex secretaria de Estado entre sus cercanos.
Hasta ayer, agregaron en el entorno de Aylwin, la ex ministra no había recibido aún la notificación del requerimiento para su expulsión, pese a que, indican desde la colectividad, el documento había sido enviado el viernes de la semana pasada.