Reducir el déficit estructural en 0,25 punto por año es uno de los principales compromisos que asumió el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, al arribar a la cartera en 2015, en un contexto de mayor estrechez de las finanzas públicas por un menor crecimiento y un retroceso en el precio del cobre. Sin embargo, en su primer año de implementación (2016) esa meta, hasta ahora, no se habría cumplido ya que el saldo negativo prácticamente se habría mantenido inalterable respecto del ejercicio anterior.

De acuerdo a lo informado el lunes de esta semana por la Dirección de Presupuestos (Dipres), el saldo de ingresos estructurales y gastos arrojó el año pasado un déficit estructural de $ 2.706.514 millones (unos US$ 4.204 millones), lo que equivale a un -1,6% del PIB proyectado, inferior al 1,9% de déficit estructural de 2015.

El problema, según coinciden economistas, es que en los ingresos estructurales de 2016 se está considerando la recaudación transitoria proveniente del impuesto sustitutivo del FUT histórico (ISFUT), que sumó $ 453.681 millones ese año (US$ 704,6 millones).

El punto es que los expertos coinciden en subrayar que los ingresos estructurales se calculan con una metodología que "limpia" los efectos del ciclo económico y también la entrada de recursos por medidas transitorias, tal como se hizo, por ejemplo, con los recursos provenientes del impuesto transitorio a la declaración de capitales en el exterior, que en 2015 recaudó US$ 1.500 millones y en 2016 otros US$ 800 millones. En ambos casos estos ingresos se excluyeron del cálculo del balance.

Así, si el año pasado se descontaron los recursos del impuesto sustitutivo al FUT, el déficit estructural aumentaría a US$ 4.908.6 millones aproximadamente, correspondiente a un 1,87% del PIB, prácticamente idéntico al saldo de -1,9% de 2015.

Si bien la convergencia al balance de las cuentas fiscales se pronósticaba para 2023 -en caso que el próximo gobierno mantuviera esta regla- lo anterior podría implicar un retraso para ese objetivo.

Riesgo fiscal

Tomás Flores, economista jefe de FX One, y ex jefe del departamento de coordinación de Dipres, sostuvo que "el déficit estructural es más alto que el que la autoridad nos acaba de entregar el lunes pasado", agregando que "en la metodología del balance cíclicamente ajustado viene explícita la fórmula de cómo se sacan eventos tributarios por una vez". Así, Flores remarcó que "desde Dipres hay una negligencia clara, con una falla metodológica grave. Ni siquiera se respetó el manual elaborado por la misma institución".

Esta opinión fue secundada por el economista de BBVA Research, Cristóbal Gamboni, al señalar que la regla fiscal "no se hubiese cumplido en 2016". Por lo mismo, el experto -que trabajó cinco años en el departamento de Estudios de Dipres estimando el Balance Estructural- afirmó que "no se avanzó en términos de convergencia al balance y faltaría saber por qué no se restaron estos ingresos, como sí se hizo con el ingreso del registro de capitales en el exterior".

De esta manera, Gamboni apuntó a la recomendación que realizó el Consejo Fiscal Asesor del Ministerio de Hacienda en enero de 2016, que estimó como "apropiado" utilizar como referencia para la política de convergencia del balance estructural la estimación que excluye los ingresos transitorios del registro de capitales.

A su vez, Pablo Correa, economista y director de Denk Consultores, indicó que "no consideraría estructural ingresos que vienen de artículos transitorios de la ley de la renta".

Por su parte, Patricio Rojas, economista y socio de Rojas&Asociados, sostuvo que "hay un tema de fondo de transparencia. No puede ser que todos los años tengamos que estar corrigiendo y sacando un déficit nuevo. Debería haber claridad respecto a esto, ir generando dos datos en el año se produce "ruido". Así, planteó que es necesario que el Consejo Fiscal Asesor se pronuncie.

Entre las consecuencias que podría traer este mayor déficit, Gamboni adelantó que "en la medida que las agencias perciban un relajo del cumplimiento de la meta, eso va a afectar la clasificación de la deuda soberana. Estamos en un momento donde deberíamos sumar variables que nos ayuden, en vez de restar".

Asimismo, Flores enfatizó que "la regla fiscal no se cumplió, y con eso la rebaja de la calificación de riesgo de Chile es casi cierta".

Consultados sobre la materia, desde Dipres plantearon que "el déficit estructural que se informó el 30 de enero es preliminar. Falta que el Banco Central entregue el PIB definitivo de 2016 y que Codelco entregue el cierre del ejercicio. Luego de ello, en junio se entrega al Congreso la Evaluación de la gestión y Actualización de Proyecciones con los nuevos datos".

Con todo, fuentes que participaron en la última reunión del Consejo Fiscal Asesor comentaron que el efecto del ISFUT fue discutido, aunque no fue explícitado en el acta de la sesión. En la instancia, se habría cuestionado la necesidad de realizar esta corrección en los ingresos estructurales, si bien se planteó que sería un tema de revisión los próximos meses.

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