Tiene 41 años, pero como buen metalero aún lleva el credo impreso en el pecho como si fuera un chiquillo de 15. "Claro que soy fanático, no por nada todavía ando con mi polera de Metallica toda roñosa", ríe Anton Reisenegger, el vocalista del legendario grupo chileno Criminal, y que fue confirmado como el telonero que tendrá el cuarteto estadounidense en su concierto del martes en el Club Hípico (43 mil entradas vendidas).
Líder y cantante de una banda activa desde 1991 -antes fue parte de Pentagram, otro nombre de culto del género en el país-, Reisenegger declara total admiración por Metallica desde que compró un caset de Kill 'em all (1983), el primero disco del grupo, en 1984 durante un viaje familiar al extranjero. "Debo haber sido uno de los primeros que andaba con ese disco en Santiago", dice. "Y me sorprendía la rapidez y el sonido que tenían. Creo que desde ahí quedó claro que serían ellos los que definirían el metal de los 80. Metallica fue una gran inspiración para mí".
La temprana suspicacia sobre la velocidad, terminó siendo una guía para el chileno: Reisenegger se apegó a las vertientes más extremas del género, pero nunca le perdió los pasos a la banda de su niñez. De ahí que lo de la próxima semana sea "todo un honor".
Criminal aparecerá en el escenario a las 19.30 horas y tendrá 45 minutos para mostrar lo suyo, que es fuerte y ruidoso. Como esa temprana influencia de Metallica. Entradas en Ticketmaster.