La gobernación del estado brasileño de Sao Paulo anunció hoy el despido "por justa causa" de 60 empleados del Metro de la mayor ciudad brasileña que secundaron la huelga iniciada hace cinco días pese a que la justicia la declaró ilegal.

La paralización amenaza con dejar sin transporte a miles de aficionados que asistirán el próximo jueves al partido inaugural del Mundial de fútbol Brasil 2014 en el estadio Arena Corinthians. El metro es el principal medio de transporte para llegar al estadio.

El anuncio de los despidos de los huelguistas se produjo poco después de que la policía dispersara con gases lacrimógenos a un grupo de manifestantes que intentaba bloquear el acceso a una de las estaciones del metro.

La gobernación de Sao Paulo dejó claro que endurecerá su trato a los huelguistas amparada por la decisión del Tribunal Regional de Trabajo que declaró ilegal la huelga por considerarla "abusiva". 

"¿Quienes son esos despedidos? Aquellos que ya fueron fichados con pruebas materiales por vandalismo, uso impropio del Metro, que bloquearon físicamente los accesos, que incentivaron a la población a entrar sin pagar. En conclusión, los que cometieron las transgresiones más graves", declaró el secretario de Transportes de Sao Paulo, Jurandir Fernandes, a una radio.

El secretario agregó que quien no regrese a trabajar hoy por la tarde también pasará a "incurrir en falta gravísima y será penalizado con el despido por justa causa". 

El número de empleados del Metro que debían acudir a trabajar hoy por la mañana era de 1.534, pero sólo 255 aparecieron.

Fernandes afirmó que el Metro tiene una reserva técnica para reponer a los empleados despedidos y que tiene poder para hacer contrataciones de emergencia de empleados tercerizados. 

Los trabajadores del metro decidieron en una asamblea el domingo mantener por tiempo indefinido la huelga, que comenzó el pasado jueves, a pesar de la decisión judicial.

El gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, ordenó el envío de refuerzos policiales a todas las estaciones del metro para garantizar la seguridad de los empleados dispuestos a acatar la orden judicial y normalizar sus actividades.

Pese a la huelga, dos de las cinco líneas del metro operaban hoy normalmente en tanto que en las otras tres los trenes circulaban pero no todas las estaciones estaban abiertas. 

El Tribunal de Trabajo también determinó que el sindicato pague una multa de 500.000 reales (unos 222.120 dólares) diarios en caso de que mantenga la paralización.

El tribunal, en una audiencia de conciliación, fijó un incremento salarial del 8,7 % por parte del metro de Sao Paulo, gestionado por el Gobierno regional, frente al 12,2 % que reclama el sindicato. 

"Tenemos un Mundial, el mayor evento deportivo del mundo. El Gobierno del estado tiene elecciones al final del año (octubre), tiene que negociar. Tenemos que enfrentar al Gobierno", afirmó el presidente del Sindicato al justificar la decisión de mantener la huelga.

Con la inminencia del Mundial, que comienza el jueves en Sao Paulo con el partido entre Brasil y Croacia, varios sindicatos presionan por sus reivindicaciones laborales mediante huelgas y protestas.

Al mismo tiempo grupos sociales realizan también diferentes actos para manifestar su oposición a la organización del evento deportivo por los altos gastos que implica por parte del Estado.