La empresa mexicana Deacero, la principal perjudicada con el fallo de la Comisión Antidistorsiones de establecer una barrera arancelaria de 9,8% a las barras de acero provenientes desde ese país, asegura que seguirá operando en el mercado a pesar de la decisión.

"Deacero continuará con su presencia en el mercado chileno a través de sus socios locales, ofreciendo su variada oferta de productos", dijo el director de Relaciones Institucionales y Comercio Internacional de la siderúrgica y vocero de la compañía, Juan Antonio Reboulen.

"La relación entre Chile y México, así como la que existe entre Deacero y sus socios chilenos, es una relación de largo plazo que va mucho más allá de una disputa comercial. Por supuesto que nosotros esperábamos un fallo diferente, dado que las pruebas que aportamos indican que no hay margen de dumping, pero indudablemente aceptaremos el fallo y continuaremos nuestra presencia en el mercado chileno de 30 años, ajustándonos a las nuevas circunstancias con la fortaleza que nos da nuestra amplia oferta de valor", agregó el ejecutivo.

Según la versión de la empresa, la imposición de barreras comerciales entre empresas latinoamericanos, en momentos en que se viven fuertes amenazas proteccionistas de parte de EEUU, va en contra del espíritu de instancias multilaterales como la Alianza del Pacífico

"Los antecedentes entregados por Deacero a la autoridad chilena, durante el periodo que duró la investigación, daban cuenta de la no existencia de las condiciones para la aplicación de sobretasas. En particular, se resalta el estudio realizado por la firma Econsult, en el cual se demostró la no correlación de causalidad de daño a la industria local por parte de las importaciones mexicanas. Existen otros factores globales que afectan a la caída de los precios en la región y uno de ellos es la sobre oferta de la producción China", añadió la empresa en una declaración.

Según DeAcero, este fallo es desfavorable al menos en dos sentidos: por un lado, ninguna de las dos partes quedó satisfecha con el fallo, y por otro, el consumidor chileno saldrá perjudicado por un incremento de precios en torno a un 13% en el corto plazo. Esto, aseguran, "ya se está viendo reflejado inmediatamente en el mercado como resultado de la imposición de barreras a la importación del acero mexicano. Uno de los sectores más perjudicados con esta medida será la industria de la construcción, que a su vez impacta al gobierno como demandante de infraestructura, a través de la construcción de hospitales, carreteras y otras obras civiles a nivel nacional".