La tradicional ceremonia del "grito", en la que el presidente de la república lidera una serie de "vivas" a los héroes de la independencia y a la nación mexicana, tuvo lugar -como de costumbre- en el Zócalo, en Ciudad de México, poco antes de las 23:00 hora local (05:00 GMT del jueves).

Miles de mexicanos gritaron "Viva México", mientras Calderón ondeaba la bandera tricolor desde el balcón principal del Palacio Nacional.

El costo de las celebraciones ascendió a US$45 millones solamente en la capital.

Pero el "grito" se repitió en cientos de plazas y delegaciones de todo el país.

Y la factura final de la conmemoración del Bicentenario –en un año en el que además se celebran 100 años de la Revolución Mexicana- ascenderá a un total de US$230 millones, lo que no ha dejado de ser objeto de polémica.

POLVORA Y MARIACHIS
El corresponsal de BBC Mundo en México, Ignacio de los Reyes, informó que se estima que más de 50.000 personas abarrotaron el Zócalo, a pesar del llamado de las autoridades a seguir los festejos por televisión.

La primera de las actividades convocadas en el Zócalo fue la ceremonia ritual del Fuego Nuevo, encabezada por 13 chamanes.

Y durante la jornada los asistentes también fueron testigos de espectáculos alegóricos, música de mariachis e incluso se sumaron a una elaborada coreografía que les permitió ser algo más que simples espectadores de la fiesta.

El Zócalo también fue el destino de un monumental desfile -según los organizadores "el desfile cultural y artístico más grande de la historia" de México-, que partió de la calle Dublín a las 18:00 hora local (00:00 GMT del jueves) y recorrió la avenida Reforma.

Unos 12.000 policías vigilaron el recorrido del multicolor desfile.

La avenida Reforma también fue el escenario de varios conciertos. A lo largo de ella se colocaron 45 pantallas gigantes que transmitieron el acto principal, que además del famoso "grito" incluyó un espectáculo de fuegos artificiales que indicaron, a su vez, el inicio de una fiesta popular que se prolongó hasta la madrugada del 16 de septiembre.

Se estima que unas ocho toneladas de coloridos fuegos pirotécnicos fueron lanzados durante y después del desfile en Reforma y el Zócalo, epicentro de los festejos.

TIROTEO DEJO 19 SICARIOS MUERTOS
En la norteña ciudad de Monterrey, en el estado de Nuevo León, que fue alcanzada hace poco por la violencia del narcotráfico y donde a menudo las bandas de la droga bloquean calles, un 30% más de policías que el año previo vigilaron la explanada de los Héroes, donde el gobernador dio "el Grito".

A unos cien kilómetros de la capital en una carretera en el límite entre Nuevo León y Tamaulipas, tuvo lugar un tiroteo que duró varias horas entre militares y delincuentes y que acabó con 19 sicarios muertos y un policía herido, según varios diarios mexicanos que citan a fuentes oficiales.

En Cancún, en el sureste del país, la policía detuvo a seis personas a las que acusa de intentar cometer un atentado durante los festejos. Según las autoridades, los detenidos, cinco hombres y una mujer, todos de nacionalidad mexicana, iban pertrechados con armas largas, pistolas y granadas.

Ocho personas murieron y un centenar resultaron heridas en 2008 en Morelia, en el oeste de México, cuando un grupo de miembros de la banda de narcotraficantes de Los Zetas, arrojó granadas durante la ceremonia del grito.

Julián Miglierini, corresponsal de la BBC en México informó que en algunas localidades del país las amenazas del narcotráfico hicieron que en este año bicentenario se cancelaran algunos eventos.

LA FIESTA SIGUE ESTE JUEVES
Las celebraciones continuarán el jueves con un tradicional desfile militar que será este año mucho más grande e incluirá contingentes de 17 países, entre ellos China y Estados Unidos, además de grupos que representarán a quienes participan en operativos de combate al narcotráfico. Por primera vez desfilará la Policía Federal.

¿Y después de los festejos?

Ésa es la pregunta en el centro de mucho de los debates que se han generado en el país desde que se anunció el programa de actividades.

Muchos esperan que la majestuosa celebración tenga un impacto positivo sobre el ánimo del país y con ello sobre su economía y su capacidad para hacer frente a los numerosos problemas que lo agobian.

Otros han criticado el gasto excesivo y acusan a las autoridades de haber desperdiciado una oportunidad de oro para generar mayor reflexión y debate.

En cualquier caso, como dicen en México, lo bailado nadie se los va a quitar.

EL GRITO DE DOLORES
La ceremonia del "grito" honra el llamado a levantarse en contra la autoridad del virreinato de Nueva España, hecho por el sacerdote Miguel Hidalgo el 15 de septiembre de 1810, en el pueblo de Dolores, Guanajuato.

La letra del grito varía de año en año, pero siempre incluye vítores a México y a "los héroes que nos dieron Patria". Este fue el grito del presidente Calderón en 2010:

¡Viva Hidalgo!
¡Viva Morelos!
¡Viva Allende!

¡Viva Josefa Ortiz de Dominguez!
¡Vivan Aldama y Matamoros!
¡Viva la Independencia Nacional!
¡Viva el Bicentenario de la Independencia!
¡Viva el Centenario de la Revolución!
¡Viva México, viva México, viva México!