México despenalizó la posesión de drogas para uso personal e inmediato, aunque en caso de que un farmacodependiente o consumidor sea detenido por tercera vez estará obligado a someterse a rehabilitación.

El Poder Ejecutivo, que rechazó se trate de una despenalización, promulgó modificaciones a diversas disposiciones legales en las cuales señala que quien sea detenido con cantidades consideradas como dosis para consumo personal no enfrentará un proceso penal, siempre que no sea miembro del crimen organizado, aunque será citado por autoridades sanitarias para "conminarlo" a entrar a programas de rehabilitación.

Si alguien es detenido por tercera ocasión, "el tratamiento del famacodependiente será obligatorio". La norma no establece si habrá una sanción para quien no cumpla con este supuesto.

La nueva Ley General de Salud estipula como dosis para consumo personal e inmediato dos gramos de opio, 50 miligramos de heroína, cinco gramos de marihuana, 500 miligramos de cocaína, 40 miligramos de metanfetamina y 0,015 miligramos de LSD.

El gobierno del Presidente Felipe Calderón aseguró que la reforma sólo regulariza y limita una práctica añeja de que personas detenidas con pequeñas cantidades de drogas argumentaban que eran para uso personal.

"De ninguna manera podemos aceptar o considerar que la reforma que se publica el día de hoy (jueves) sea una despenalización de la droga, ni siquiera en cantidades pequeñas", dijo a la AP el coordinador general de Delegaciones de la Procuraduría General de la República, Bernardo Espino del Castillo.

"Lo que da es mayor certeza jurídica y se diferencia entre lo que es un consumidor, lo que es un adicto y lo que es un narcotraficante, aún a pequeña escala", señaló.

Añadió que con las leyes anteriores, "no se podía consignar (acusar) a una persona que tenía en su posesión una dosis de droga de ninguna manera... porque el señor se declaraba un adicto".

Esto, dijo, dejaba a la discreción de las autoridades determinar si se podía acusar o no, lo cual "se podía prestar a corruptelas, a extorsión".

En un comunicado, el senador del partido izquierdista de la Revolución Democrática (PRD), Pablo Gómez, celebró la publicación en el Diario Oficial de las modificaciones y afirmó que "se logró despenalizar el consumo de las drogas en ese ordenamiento y, en cambio, ofrecer tratamientos de recuperación a los adictos por parte del Estado".

También se ajustaron los códigos penal y de procedimientos penales federales.

El Ejecutivo promulgó las leyes más de tres meses después de que el Congreso modificó la propuesta inicial de Calderón, que originalmente planteó que quien fuera detenido con dosis para consumo personal enfrentaría un proceso penal, a menos que se sometiera y cumpliera con una rehabilitación.

Hasta ahora, se deja al libre arbitrio de las autoridades determinar quién es un traficante o no, debido entre otras razones a que no existía una tabla de dosis para consumo personal.

El Congreso aprobó en 2006 una propuesta similar del ex presidente Vicente Fox, aunque nunca entró en vigor debido a que el mandatario la vetó tras críticas de varios sectores, incluido el gobierno de Estados Unidos.

México padece desde hace años una escalada de violencia de los carteles de las drogas, la cual ha dejado más de 11.000 asesinados desde que Calderón asumió el poder en diciembre de 2006.

En los últimos seis años se incrementó el número de adictos a las drogas en un 51% al pasar de 158.000 en 2002 a 307.000 en 2008, además de que aumentó en 28,9% la cifra de personas que dijo haber probado narcóticos alguna vez, según la última encuesta gubernamental en la materia.