Nueve cadáveres fueron recuperados de las fosas clandestinas encontradas al mediodía del sábado en el área conocida como Pueblo Viejo, ubicada al noroeste de la ciudad de Iguala, en donde mismo se lleva a cabo una investigación para encontar a 43 estudiantes desaparecidos.
El secretario de Salud de Guerrero, Lázaro Mazón Alonso, dijo que el reconocimiento de los cadáveres, los cuales se encontraban totalmente calcinados, tardará unas dos semanas y que continúan las excavaciones en el terreno donde se hallaron las fosas.
De acuerdo a la BBC, el procurador fiscal regional, Iñaky Blanco, y el gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, dijeron que se estaban realizando pruebas de ADN para determinar la identidad de los restos encontrados.
Medios locales indicaron que las fosas fueron ubicadas por información que proporcionó a las autoridades una de las 30 personas que fueron capturadas hace un semana por los hechos de violencia que se registraron en Iguala, en los que murieron seis personas, 25 resultaron heridas y 43 estudiantes desaparecieron.
De momento ni el gobierno local ni el federal han dado mayores detalles del hallazgo de las fosas. Lo único que se ha informado es que se investiga si los cadáveres corresponden a los desaparecidos.
En meses pasados en Iguala y sus zonas aledañas también se han encontrado otras fosas comunes con cadáveres de víctimas de grupos armados ilegales que operan en la zona.
Los 43 desaparecidos son estudiantes de una escuela docente y se desconoce su paradero desde hace una semana, luego de registrarse confusos hechos Iguala, donde las autoridades dicen que los jóvenes tomaron por la fuerza tres autobuses. En la persecución de los estudiantes, policías municipales dispararon y hicieron un uso excesivo de su fuerza contra los jóvenes.
Además, hombres armados atacaron un autobús que transportaba jóvenes de un equipo de fútbol de tercera división y otros vehículos.
En estos dos hechos, en los que murieron cinco personas, la Procuraduría de Guerrero ha informado que participaron policías que tienen vínculos con el grupo del crimen organizado Guerreros Unidos.
Desde el lunes se han realizado diversas manifestaciones en Guerrero para demandar la aparición de los jóvenes. En la noche de este sábado, un grupo de personas quemó cohetes, detonó bombas caseras y volteó un vehículo que se encontraba estacionado en la calle frente a la residencia del gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre.
Aguirre hizo un llamado a la población "a mantener la concordia, la no confrontación, armonía y evitar la violencia en todas sus expresiones", y pidió que los hechos de Iguala no sean utilizados por políticos para beneficiarse.
Desde el pasado miércoles se desconoce el paradero del alcalde de Iguala, José Luis Abarca, a quien se le ordenó presentarse ante las autoridades a declarar.
El alcalde fue fuertemente cuestionado porque luego de los actos violentos en los que murieron y desaparecieron los jóvenes dijo que no se enteró de lo sucedido porque cuando ocurrieron los hechos se encontraba bailando en un acto oficial.