Miles de manifestantes  encabezados por los padres de los 43 estudiantes mexicanos probablemente  asesinados en septiembre pasado bloquearon algunas horas este jueves la  autopista que conecta a Ciudad de México con Acapulco (sur), en otra  movilización por el atroz crimen, constató la AFP.

La protesta, en la que participaron unas 15.000 personas según los  organizadores, concluyó sin incidentes después de cuatro horas. Las autoridades  habían advertido previamente que desalojarían con fuerzas de seguridad  cualquier manifestación en esa importante ruta.

El año pasado, las protestas alcanzaron momentos críticos con el intento de  incendio del Congreso estatal y otros edificios públicos. 

Este jueves, previo al bloqueo, los manifestantes marcharon en  Chilpancingo, capital de Guerrero -ubicada a 276 km de Ciudad de México-,  estado al que pertenece el turístico Acapulco e Iguala, donde el 26 de  septiembre los estudiantes desaparecieron tras ser baleados por policías  municipales y sicarios.

Ante instalaciones del Ejército, los manifestantes hicieron un mitin en el  que volvieron a asegurar que militares estuvieron involucrados en la  "desaparición forzada" de los estudiantes de la escuela rural de Ayotzinapa  (Guerrero), algo que el gobierno niega tajantemente.

"Ya denunciamos en Suiza el hecho y se condenó al gobierno de (el  presidente mexicano) Enrique Peña Nieto, por desaparición forzada; estamos en  espera de que se emita (por parte de la ONU) una recomendación", dijo Felipe de  la Cruz, vocero de los padres de familia, que amenazan con impedir los comicios  intermedios de junio próximo.

El 2 de febrero los padres de los desaparecidos, cuyo drama sigue  provocando movilizaciones en México y varias partes del mundo, relataron en  Ginebra (Suiza) ante el Comité Desaparición Forzada de las Naciones Unidas el  calvario que han sufrido y su interpretación del desempeño del Estado mexicano,  al que califican como "inepto".

Durante el examen de la ONU a México efectuado el 3 de febrero en Ginebra,  el subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la  cancillería mexicana, Juan Manuel Gómez, anunció que probablemente este año el  país tendrá una Ley de Desaparición Forzada.

La fiscalía mexicana dijo la semana pasada que tiene la "certeza legal" de  que los jóvenes fueron asesinados por el cartel Guerreros Unidos e incinerados  en un aislado basurero de Cocula, municipio vecino de Iguala, y sus restos  arrojados a un río, una versión que sus padres se niegan a aceptar.