Caminó hacia atrás por primera vez. Saltó. Brincó. Pataleó. Y Michael Jackson se convirtió en estrella en 1983 con ese único, solo y famoso guante blanco que ahora llega a Chile como parte de una exposición en el Museo de la Moda. Y también vienen los trajes de zombie del video Thriller, los dientes enormes que se pone cuando se transforma en hombre lobo en el famoso clip, el sombrero que usó para cantar en los Premios MTV de 1995, el dibujo de Mickey con chaqueta de cuero a lo Bad que el muerto Rey del Pop hizo en 1998. Y credenciales, más ropa, premios, fotos autografiadas. En total son unos 100 objetos que empiezan a llegar a Chile a partir de Fiestas Patrias. La muestra se abre al público en el museo de Vitacura el 1 de octubre y cierra el martes 20.
Iconos de la Música: Michael Jackson se llama la exposición que pertenece a la casa de remates estadounidense Julien's Auctions. Además, incluye en su catálogo original -el que debería aterrizar en Santiago- una camisa blanca de seda y un traje a lo gangster que usó para cantar Black or White y Dangerous en el Teatro Apollo en 2002. Hay un cuadro con discos de platino ganados por las ventas de Thriller y que el artista dedica, en una nota de su puño y letra, al ingeniero chileno Humberto Gatica, su amigo y colaborador, y una partitura de We are the world firmada por él, Diana Ross, Tina Turner, Paul Simon, Billy Joel y Stevie Wonder, entre otros. Todas las cosas parten luego para ser vistas en Irlanda y Asia, y finalmente serán rematadas en Nueva York el 21 de noviembre.
Fue el propio Jackson quien lo hubiese querido así. En 2008 decidió vaciar su rancho Neverland. Venderlo todo. Cada cosa del mundo infantil y de fantasía que se fabricó tras las puertas de hierro forjado del lugar. Y le encargó la tarea del remate a Julien's. Treinta hombres se demoraron tres semanas en cargar 10 trailers hasta el tope. Pero la venta se suspendió. En junio el rey falleció. Y ahora llega a Chile otra parte del legado, con el guante con que bailó Billie Jean en el aniversario de Motown, en Pasadena. Esa noche Jackson parecía electrificado. Poseído. Debutó con su famoso paso "moonwalk". Y se coronó como el soberano del pop.