Poco a poco se revelan nuevos antecedentes enmarcados en la muerte de la estrella del pop, Michael Jackson, fallecido el 25 de junio de 2009.

Esta semana se supo la cantidad de anestésico que presentaba el artista a la hora de morir. Según indicó el toxicólogo que lo examinó luego de su muerte, el denominado rey del pop tenía en su cuerpo la dosis de Propofol usada para pacientes sometidos a una cirugía mayor.

"Es un nivel compatible con una anestesia para una cirugía mayor", señaló Dan Anderson, de la oficina del forense de Los Ángeles, quien debió declarar en el juicio entablado por la familia Jackson contra la promotora de conciertos AEG, la encargada de la gira This is it que no alcanzó a realizar el artista, a la que se acusa de negligencia por descuidar la salud del cantante ante los dividendos que traía su regreso a los escenarios.

"Es muy inusual que (el Propofol) se use fuera del contexto de una clínica. Esto elevó la señal de alerta, al menos para mí. Es algo muy problemático", continuó el testigo.

El juicio, que tardará cerca de 90 días, es el segundo que lleva a cabo la familia Jackson tras la muerte del cantante.

El primero de los juicios llevó al médico Conrad Muray a la cárcel, quien cumple una pena de cuatro años de prisión tras ser condenado en 2011 por el homicidio involuntario del cantante por la administración del anestésico antes mencionado.