Michael Phelps es de otro mundo. O mejor dicho, necesita de un planeta aparte para sopesar las medallas olímpicas que ha conseguido. El nadador ha asegurado que hoy disputará la última carrera de su vida, cerrando, cualquiera sea el resultado, una historia gloriosa.
El "Tiburón de Baltimore" recién se desmarcó en Londres 2012 de las 18 medallas que también ganó en su carrera la gimnasta Larissa Latynina y ahora es el único líder en esa historia, con 21 preseas, con la de oro conseguida ayer en los 100 metros mariposa.
"Estoy simplemente feliz de que la última (carrera individual) haya sido una victoria", manifestó tras el triunfo el estadounidense.
Sus perseguidores están todos retirados y la más cercana escolta presente en Londres 2012 es su compatriota y también nadadora Natalie Coughlin, que suma "apenas" 12 preseas.
Las 17 medallas de oro, eso sí, no tienen parangón. Sus cuatro escoltas, Latynina, Paavo Nurmi, Mark Spitz y Carl Lewis suman nueve y entre los activos destaca la esgrimista italiana Valentina Vezzali, que tiene ocho oros, uno de ellos conseguidos en la actual cita.
Así, la única posibilidad es comparar a Phelps con países completos. Con el oro ganado ayer, el nadador alcanzó a Argentina, que en toda su historia suma 17 logros dorados.
Las cifras de Phelps siempre se ven favorecidas por el hecho de que en la natación los deportistas pueden inscribirse en varias competencias, por lo que compararlo con deportistas de otras disciplinas es injusto.
A comparar a Phelps sólo en el marco de la natación olímpica, entonces. Las 17 medallas de oro, dos de plata y dos de bronce lo ponen sexto en la historia de los Juegos. Estados Unidos lidera tranquilamente la lista, incluso sin las preseas de Phelps, pues suma 228 oros. Le siguen Australia (57), la desaparecida Alemania Oriental (38), Hungría (24), Japón (20) y Holanda (18). Es decir, que el "Tiburón" supera a 199 de los 204 países que intervienen en esta cita.
Hoy, Phelps debería cerrar su historial, si es que cumple con su idea de dejar la natación. Será en el relevo 4x100 combinado, por lo que los 100 mariposa de ayer fue su última competencia en individuales. El nadador asegura que no sintió nada muy especial. "Pensé que me golpearía más duro que lo que lo está haciendo. Muchas de las emociones no llegaron a mi cerebro esta semana, una vez que pase, habrá muchas más emociones", adelantó.
El relevo 4x100 estilos es una prueba en la que Estados Unidos no conoce la derrota en los Juegos Olímpicos, por lo que muy probablemente Phelps sume su 22ª presea y se vaya.
Aunque no todos lo crean así. Mark Spitz, el nadador al que Phelps le robó el récord de preseas doradas en un mismo Juego (ocho contra siete), aseguró ayer que "a Phelps le encanta batir récords y va a querer ganar más medallas todavía a los 31 años. Creo que se tomará un tiempo libre para relajarse, pero lo veremos en Río".