Michael Ríos atiende a La Tercera mientras se alista para iniciar el segundo semestre con Deportes Iquique. En el primero, logró llegar a la liguilla con los Dragones Celestes, pero quedó en el camino en la disputa por clasificar a la Copa Sudamericana, tras caer en la serie ante O'Higgins.
El oriundo de Lo Espejo tuvo un semestre de reencantamiento con el club que le sirvió de plataforma para el salto más importante de su carrera: cuando llegó a Universidad Católica, en 2012. Su paso por San Carlos de Apoquindo duró hasta diciembre del año pasado. En el norte, le fue bien: jugó 16 partidos, fue titular en 13 y marcó cinco goles.
En el plano personal también se revitalizó. El 11 de mayo del año pasado, el entonces mediocampista del club de Las Condes guió hacia Santiago un camión cargado con 20 toneladas de nueces que su conductor denunció como sustraído por antisociales en Quillota, lo que no resultó así. La investigación arrojó que se trató de un autorrobo. El Juzgado de Garantía de Los Andes lo condenó a 300 días de presidio remitido y a una multa de 11 Unidades Tributarias Mensuales como autor del delito de hurto simple. Un recuerdo amargo que, hoy, quiere dejar atrás.
¿Cómo han sido estos meses en el norte?
Me han tratado bien. Es mi casa. Estoy tranquilo. En los últimos partidos estuve relajado, me sentí importante para el funcionamiento. Queremos hacer una buena campaña. Terminamos clasificando a una liguilla cuando nadie creía. Dejamos escapar varios partidos que debimos ganar. Tuvimos muchos empates, siete en total. En cuatro de esos partidos, debimos ganar.
¿Fue bueno volver al club que lo consolidó?
Volver a Iquique para mí era lo primero que tenía en mente después de salir a Católica. Ellos lo sabían. Es una ciudad que me acoge bien. La gente agradece que uno se entregue al máximo, los dirigentes son jóvenes, pero muy leales. Hay una amistad más allá de la jefatura.
¿Qué objetivos se plantea para el segundo semestre?
No tengo ninguna duda de que los dirigentes pretenden lo mejor para el equipo, pero sabemos que es un club que no puede disponer de grandes sumas. Hay que optimizar, como en todos los equipos de provincia.
¿Fue grande el cambio?
En la UC tenía de todo, pero en Iquique estoy donde quiero, la gente es cariñosa. Se vive diferente que en Santiago. Allá la vida es de otra forma, acá no ando corriendo, estresado.
¿Cómo vivió el título de Universidad Católica?
Bien. Siempre le he deseado lo mejor a ese club. Le tengo un cariño especial. Todos los saben. Es el mejor equipo en que jugué. El título es merecido. Los llamé para felicitarlos. Sé lo que sufrimos cuando no pudimos ganar. Tenía una buena relación con todos, con la mayoría. Concentraba con Bravo, Maripán, Rojas, Bravo, Carlos Espinosa. Los vi crecer. A Nico Castillo lo vi surgir. Después, en 2012, se volvió un gran jugador, un jugador muy importante, por algo emigró a Europa.
A usted le tocó la parte dura, en la que la UC no pudo titularse. ¿Le hubiese gustado estar en esta corona?
Obviamente que sí. Más aún porque estuve cuatro años peleando por ser campeón y se fue de las manos. Malos ratos que pasamos. El grupo se lo merecía. Todos. También los dirigentes, los jugadores. Salas cambió la idea de juego. Se notó el cambio de mano. La UC cosechó lo que sembró.
¿Qué tuvo de distinta la última UC para lograrlo?
Fueron más finos. Nosotros en partidos clave no ganamos y ésta sí. Incluso pudo pasarles lo que a nosotros y gracias a Dios no fue así. Ahora perdieron contra San Luis y pudieron dejarlo ir. Era lo que tenía que pasar. La UC fue el mejor equipo y merecía premio.
Además, era uno de los jugadores más queridos por los hinchas.
Tengo muchos amigos, que me escriben siempre por Facebook. Siempre hay un ratito para contestarles alguna pregunta. Cuando el hincha demuestra que uno fue importante, uno sigue presente. Pero mi presente es Iquique.
¿Sintió el respaldo de ellos por la situación legal que tuvo que vivir el año pasado?
Fueron momentos muy difíciles. Los hinchas de la UC siempre me entregaron su apoyo. Por eso el apego es diferente. Estoy eternamente agradecido. Mis compañeros tampoco me dejaron.
¿Asume el error de involucrarse en esa operación?
Sí. Fue un error. Fueron momentos muy difíciles. Mi familia pasó por momentos duros y no es la idea. Quedó la experiencia de que hay que elegir bien a los amigos, averiguar qué están haciendo. Esto tengo que cambiarlo
¿Se imaginó en la cárcel?
Sí. Muchas cosas, pero uno sabía que no tenía culpa. Fue un error puntual y por eso pasó lo que pasó. Hoy estoy en la calle, trabajando en lo que hago y cumpliendo una pena que no sé si es justa o no.
¿Cómo así?
Si hubiese estado involucrado, quizás sería distinta la realidad. Estoy con firma mensual, sin orden de arraigo, mis papeles no están manchados. La gente puede sacar sus conclusiones.
¿Cuánto cree que afectó esa situación a su imagen como deportista?
Bastante. Algo así como lo que viví, es muy fuerte para cualquier personaje público. Los futbolistas siempre estamos expuestos y la noticia es fuerte, por como se presentó. La resolución ya está. La gente sacará sus conclusiones. Estoy tranquilo. Sé que mi imagen puede estar manchada, pero a base de fútbol tengo que revertir todo eso.
¿Cómo pretende dejarla atrás?
La gente sabe que vengo de un barrio bajo, de escasos recursos y las cosas acá cuestan. Para uno que pudo jugar en Primera, es un agrado ayudarle a la gente.
De hecho, usted habitualmente participa en actividades de carácter social.
La gente sabe que puede contar conmigo. Siempre estoy ayudando a la Teletón, con amigos nada más. Lo hago porque me nace. La gente sabe que soy una buena persona. A lo mejor me he equivocado como muchos, pero siempre estaré disponible para ayudar a quien me lo pida..
¿Le gustaría volver a la UC antes de terminar su carrera?
No lo sé. Uno en el fútbol vive el presente. Me entregaré al cien por Iquique. Si después viene otra cosa, habrá que verlo. Me gusta Iquique, la ciudad, tengo buenos amigos acá.
¿Y si en San Carlos le ofrecen algún puesto en las divisiones menores, por ejemplo?
Si el tiempo dice que puedo volver a un club al que le tengo cariño, uno no sabe qué puede pasar. Quiero vivir una buena vida, hacer las cosas bien aunque uno se equivoque, se levante y camine con la frente en alto. Si vuelvo alguna vez a Católica es porque me lo gané y porque la gente del club sigue creyendo en mí.
¿Cómo ve a la Selección?
Bien. Tiene una forma de juego que todos conocen. Chile va al frente, al ataque, mete hasta el final. Confío en que esta Selección puede revalidar el título que consiguió el año pasado. Los jugadores están y tiene una idea de juego asumida. La identidad de este equipo no va a cambiar.
Usted fue dirigido por Pizzi en Santiago Morning. ¿Qué recuerda de su estilo de trabajo y de juego?
A Pizzi lo conozco, sé como trabaja, es una buena persona. Te trata siempre de alentar, no te mata por la prensa. Son cosas que uno, como jugador, valora. Por eso se ha adaptado bien y se ha ganando el respaldo de los jugadores rápidamente. Los aprontes fueron un poco mentirosos.
¿Le parece que su propuesta es menos ofensiva que la de Sampaoli o Bielsa?
La UC y el Chago siempre fueron al ataque. Es un gran técnico y una gran persona. Tiene grandes logros y goza con el respeto de los jugadores de la Selección. Llegar a un camarín así no es fácil. Pizzi se lo ganó por su trayectoria, porque también la tiene. Fue un gran jugador. Hay que darle el respaldo y el respeto que merece.