Hoy se cumplen dos semanas desde que el ex piloto de la Fórmula 1, Michael Schumacher, se accidentara esquiando en la estación francoalpina de Meribel.
Luego del accidente, "Schumi" fue trasladado al hospital de Grenoble (Francia), en donde se le han realizado hasta la fecha dos operaciones en la cabeza, además, se le mantiene en coma inducido y sin certezas de si tendrá secuelas o no.
Durante estas dos semanas surgieron muchas versiones sobre qué fue lo que realmente sucedió con el heptacampeón de la F1. Incluso, el hijo de Schumacher, Mick -de 14 años y que estaba con él al momento del accidente- fue interrogado.
Finalmente, y gracias a la investigación de la fiscalía a cargo y de diverso material audiovisual, se pudo comprobar que Schumacher se accidentó mientras esquiaba fuera de pista y que iba a una velocidad "normal para alguien experimentado". Además, se descartó que su accidente fuera por ayudar a un amigo, como se dijo en un principio.
Acosada por los medios, la esposa del alemán, Corinna Schumacher, hizo un llamado a estos a que por favor abandonaran las afueras del hospital donde se encuentra "Schumi". Incluso, un periodista llegó a disfrazarse de cura para entrar a la habitación en donde se encuentra Schumacher.
Pero el accidente del alemán no pasó inadvertido para nadie y las muestras de cariño hacia el piloto y su familia se multiplicaron. Figuras de todo el mundo del deporte se han manifestado en favor de la recuperación de Schumacher, entre ellas Rafael Nadal y Lewis Hamilton.
También Ferrari -escudería en donde Schumacher fue cinco veces seguidas campeón del mundo- hizo un homenaje para el alemán a las afueras del hospital en donde se encuentra, ya que cumplió 45 años estando en estado de coma.
Estos gestos también fueron valorados por la familia de "Schumi", quienes han agradecido constantemente las muestras de cariño que han recibido.
Michael Schumacher se mantiene estable dentro de su gravedad y no se sabe con certeza qué es lo que pueda suceder con su salud. De igual forma, Schumacher, ante la preocupación de accidentarse, dejó su fortuna -de mil millones de dólares aproximadamente- en un testamento, para que dicho dinero, repartido entre casas, coches y cuentas bancarias, se reparta entre su esposa y sus dos hijos.