La estadía de Michael Silva en Unión La Calera ha estado marcada por la mala suerte. El volante arribó en julio pasado y en apenas unas pocas semanas consiguió ilusionar a los hinchas. Sin embargo, en agosto se desgarró y quedó fuera del equipo cuando todo indicaba que se convertiría en figura. Pasaron las semanas y Silva se recuperó. No obstante, en la previa de su retorno y justo en el último entrenamiento, Leandro Benegas le cayó encima provocándole un esguince en el tobillo. De esta forma, el Enano, llamado así cariñosamente en el camarín calerano, volvió a quedar fuera del primer equipo.
Pero con la llegada de 2015 la suerte del jugador parece haber tenido un giro. El mediocampista, nacido en Placilla en 1988, ha disputado seis encuentros y el sábado se convirtió en el héroe de su escuadra al marcar los dos goles ante Universidad de Concepción. Silva no figuraba entre los posibles titulares, pero la lesión de Patricio Vidal obligó al técnico a confiar en su talento. Entró y con su aporte su equipo superó a los penquistas y se convirtió en el nuevo líder.
Pereyra no se arrepintió por la apuesta: "Le dije a Michael que tenía que andar con el látigo detrás y él me demostró que así tiene que ser". Silva, humilde, agradece el apoyo de su entrenador. "Siempre me dice que quiere que triunfe. Anda encima mío y valoro eso de él", confidenció.
El futbolista debutó en 2004 con la camiseta de Wanderers. Además de los caturros, ha estado en León y Potros de México, Provincial Osorno, Cobreloa y Antofagasta. También ha defendido a Chile. Primero lo hizo en el Mundial Sub 20 de Canadá en 2007 y luego en el Torneo Esperanzas de Toulon, dos años más tarde. Es la historia del enano que venció la mala fortuna y se hizo grande ante el líder del torneo. Por fin.