El Presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, aseguró hoy al gobernante de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que respetará la embajada brasileña en Tegucigalpa, que aloja al depuesto mandatario hondureño, Manuel Zelaya, en su regreso al país.
"Le digo públicamente al presidente Lula da Silva: nosotros vamos a respetar su sede, porque esa es tierra del Brasil y la vamos a respetar, siempre y cuando ellos contesten a nuestras peticiones", expresó Micheletti en declaraciones a la prensa en la Casa Presidencial.
Reiteró, sobre esa solicitud, que "ese señor Zelaya tiene procesos incoados aquí en Honduras y lo conveniente sería: o le dan asilo ellos en su país o lo entregan a las autoridades".
Ante una pregunta sobre si hará algo en lo inmediato en relación a la embajada brasileña, respondió: "No, nada, tenemos mucha reflexión sobre el tema".
Micheletti también calificó de "correcto" el que Lula haya pedido a Zelaya que no dé argumentos para que la embajada sea invadida por las fuerzas de seguridad hondureñas para detenerlo, luego de desalojar hoy a sus simpatizantes de los alrededores del edificio.
"Es lo correcto, que (Lula) haya hecho el llamado" a Zelaya, porque "está asilado en una de sus embajadas y es lo correcto que no siga provocando más a la población ni siga incitando a la violencia desde una casa de un país hermano", manifestó.
El presidente brasileño dijo hoy en Nueva York que pidió a Zelaya que se mantenga tranquilo y no dé argumentos a las autoridades golpistas para incurrir en una violación de la sede diplomática brasileña en Tegucigalpa.
Lula informó a los periodistas de que habló esta mañana telefónicamente con Zelaya, al que aseguró la protección dentro de la embajada de su país, donde se refugió por sorpresa el lunes.
El viceministro hondureño de Seguridad, Mario Perdomo, reiteró a la prensa que siguen vigentes las órdenes de captura contra Zelaya bajo acusaciones de varios delitos políticos y comunes.