Un nuevo microscopio de alta potencia permitió a un grupo de científicos observar el desarrollo de un pez cebra desde su existencia unicelular hasta la formación del embrión con un corazón latiendo.

Se trata de la primera vez que los investigadores logran ver el desarrollo embrionario de los vertebrados, según informó un grupo de expertos en Alemania.

El equipo realizó una reconstrucción digital del pequeño pez en desarrollo, lo que brindaría nuevos enfoques sobre cómo se forman los órganos humanos y permitiría comprender mejor la genética de algunas enfermedades.

"Esto es como poder ver cómo un animal recibe la vida", dijo Joachim Wittbrodt, quien dirigió el estudio publicado en la revista Science.

"Un grupo de células se transforman en un embrión con un corazón que late mientras uno está observando", añadió el autor.

Los científicos ya habían logrado esto con los invertebrados, como los gusanos, que sólo tienen algunos cientos de células.

Pero hasta ahora replicar la hazaña en los animales vertebrados, cuyos embriones se componen por decenas de miles de células, había sido imposible, señaló Wittbrodt.

El equipo, del Laboratorio Europeo de Biología Molecular en Heidelberg, lo logró desarrollando un microscopio lo suficientemente poderoso como para evaluar decenas de miles de células al mismo tiempo sin requerir el tipo de energía que podría destruir o dañar a un embrión.

El microscopio recorre el embrión con lo que llamaron un haz de luces en muchas direcciones distintas, lo que permite a una computadora crear una imagen tridimensional que con el tiempo brinda una vista completa del desarrollo, señaló Wittbrodt.

"El poder está en el tamaño y la resolución, al mismo tiempo que en la extrema delicadeza con el embrión y una velocidad extrema, que es necesaria para seguir a las cosas en movimiento", dijo Wittbrodt, actualmente en la Universidad de Heidelberg.

"Es como un gran rompecabezas y podemos ver las piezas individuales. Podemos ver todo", agregó el investigador.

Los peces cebra son organismos muy usados en la investigación porque su crianza es más económica que la de los ratones y comparten algunas características biológicas con los seres humanos.

El poderoso microscopio también permitiría ser utilizado para el análisis de ratones, pollos y ranas, indicaron los autores.

Finalmente, estos experimentos brindarían una mejor comprensión de cómo se expanden los tumores o por qué las células a veces se rebelan contra el cuerpo y generan enfermedades autoinmunes, como la artritis, dijo Wittbrodt.

"Hay muchas implicancias para los humanos. Este es solamente el punto de inicio", finalizó el experto.