Los 34 países presentes en la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), todos los del continente menos Cuba, aprobaron hoy por unanimidad la llamada "Declaración de Asunción", un documento que condena la desigualdad y aboga por un desarrollo más equilibrado. 

El texto fue consensuado por los embajadores ante la OEA en Washington antes de que comenzara la Asamblea, que culminará hoy en Asunción.

La Declaración responde al tema "Desarrollo con inclusión social", propuesto por Paraguay por ser el país anfitrión como el eje del encuentro continental.

En el documento, los países se comprometen a "profundizar el desarrollo económico con equidad". 

Para ello se pronuncian contra la discriminación y a favor del respeto de los derechos humanos y dicen que promoverán planes de capacitación profesional y mejora de la salud, al tiempo que cooperarán en el combate a la delincuencia trasnacional, entre otros objetivos.

También piden favorecer la inclusión social de los migrantes, la mejora de la infraestructura, y políticas públicas de seguridad con "un enfoque multidimensional que contribuya al desarrollo integral y a la justicia social", entre otros temas.

Asimismo, los países firmantes se comprometen a impulsar las Alianzas Público-Privadas, que contempla la inversión privada en servicios públicos, como carreteras, hidrovías o aeropuertos.

El documento plantea que contribuyen a reducir la pobreza, un argumento apoyado por el Gobierno de Paraguay frente a las críticas de grupos de izquierda, que ven esas alianzas como una privatización solapada.