Miguel Borja (23 años) toma aire antes de hablar. El delantero de Atlético Nacional está visiblemente afectado por la tragedia que enluta al fútbol mundial. Los integrantes del Chapecoense, el que iba a ser su rival esta noche en esa final de la Sudamericana que ya nunca se jugará, no dejan de dar vueltas en su cabeza. Su familia no se cansa de consolarlo. Al goleador colombiano, mientras atiende el llamado de La Tercera, a ratos le tiembla la voz. No esconde la tristeza. Y casi después de cada frase, repite que sólo Dios sabe por qué hace las cosas.

¿Cómo ha vivido esta noche trágica?

Estamos muy tristes, todo ha sido muy duro y difícil de explicar. Estas horas han sido para tratar de asimilar lo sucedido y sólo puedo decir, de corazón, que esperamos que Dios actúe con mucha fuerza en el alma de todas las personas que murieron.

¿Cómo se enteró?

Iba camino al entrenamiento y ahí nos fuimos enterando, uno a uno, de la gravedad. Los profesores decidieron cancelar el entrenamiento. No había ánimo para nada. Estamos atentos a la llegada de las familias del Chapecoense para ir a entregarles apoyo. Tenemos que ir para darles energías positivas. Es duro lo que están pasando y Nacional no está ajeno.

Usted es bastante creyente. ¿Oraron al momento de reunirse?

Sí, pero más que nada hicimos una reflexión de lo que se está viviendo, de lo que están atravesando las familias afectadas. Hablamos de lo que estamos haciendo mal, y de lo que podemos hacer mejor. Si en el sorteo nos hubiese tocado jugar la ida en Brasil, el accidente nos habría afectado a nosotros.

¿Por qué lo dice?

Porque ese era nuestro avión. Viajamos en él varias veces.

¿Cómo? ¿Ustedes realizaban esa ruta aérea?

Sí. Si uno piensa, hemos hecho esa ruta varias veces. Ya le digo, en ese mismo avión nos tocó viajar. Nos tocó estar ahí y nos pudo haber pasado lo que ellos vivieron. Dios sabe por qué hace las cosas y hoy somos bendecidos, porque no nos pasó a nosotros.

¿El avión alguna vez había presentado problemas?

Nosotros hemos viajado cinco o seis veces en la misma aerolínea, con los mismos capitanes, con la misma tripulación. Eran casi familiares nuestros. Es una ruta complicada, porque todos esos aviones son muy pequeños y les cuesta movilizarse. Cuando nos tocó viajar, también presentó inconvenientes, pero gracias a Dios se pudo solucionar, pero que de igual manera no pasaron desapercibidas.

¿Qué le ha parecido la reacción que han tenido diferentes equipos a lo largo del mundo?

Nos ha parecido algo especial. Que todos los clubes, hasta el Barcelona y el Madrid, se hayan manifestado de forma inmediata hace que todos nos unamos y se dejen de lado los colores de las camisetas. Esta noticia duele mucho, nos ha golpeado mucho. Piensa que ya estábamos estudiando al rival, conocíamos a cada jugador del Chapecoense y muchos de ellos ya no están. Es muy triste y es difícil de asimilar.

¿Decidieron de manera unánime solicitar que se le entregue la Copa Sudamericana al club brasileño?

Sí, queremos que ellos sean los campeones. Es algo muy duro lo que están pasando, y que nosotros seguimos con mucha pena. Nacional no tiene problemas en darles el título por todo lo que ellos están sufriendo. Se lo merecen.

En estos casos poco importa la rivalidad.

Obviamente, ese partido ya es algo que hay que olvidar, dejar de lado toda la rivalidad. Detrás de las personas que partieron hay familias, hay niños que quedaron huérfanos. Queda un vacío tremendo en sus corazones. Como cristiano, siento que es un mensaje de Dios, para que nos analicemos y nos demos cuenta de lo que estamos haciendo mal.