Caen las bombas sobre el Palacio de La Moneda. Es el 11 de septiembre de 1973. Salvador Allende, con fusil en mano y casco, le pide a su gente que salga rápidamente. La oscuridad y el humo dejan ver poco, pero una mujer se acerca. "Yo estoy aquí por derecho propio", le dice. Es la Payita, su secretaria. Allende la abraza y entre el ruido de la destrucción, le dice al oído: "Tu nombre me sabe a hierba".
Este momento es una de las escenas que Miguel Littin rodó de su nueva cinta, Allende, tu nombre me sabe a hierba, el filme que reconstruye las últimas siete horas del ex presidente y con el que salda una obsesión personal, nacida el mismo día del golpe. Ahora, entrando ya en la fase definitiva de la producción, muestra sus primeras imágenes con Daniel Muñoz como el ex mandatario y Aline Kuppenheim en el rol de su secretaria y amante.
"Me llena de ternura ver esa escena", dice Littin, y Daniel Muñoz agrega: "Es una historia de amor en un escenario trágico, que refleja el amor hacia la pareja, a los ideales, a la amistad, a los valores, a la consecuencia. Todo eso es muy épico", cuenta.
La cinta ha sido levantada con extremo sigilo por su director, quien apostó por volver a sus orígenes en la forma de encarar la producción: menos estructurado, más flexible y paciente.
"Ha sido espectacular tener tanto tiempo para estudiar al personaje. Y a medida que estudias, más te das cuenta de lo complicado que es", dice Daniel Muñoz, quien revela un costado especial del personaje: su lozanía. "Era físicamente joven, atleta, con mucho humor", afirma el actor de Los 80.
Con esta forma de trabajo, el director dice que quiere darle el tiempo necesario al rodaje. "En El Chacal de Nahueltoro lo hice así, filmábamos, analizábamos el material y seguíamos. ¿Cuánto tiempo demora un novelista en escribir una novela? ¿Y por qué un cineasta no puede hacer eso?", se pregunta.
De todos modos, hay algunas fechas concretas. La cinta se terminará de rodar entre julio y agosto, y Littin prepara el armado de las secuencias exteriores del bombardeo en La Moneda. "Pero lo que es el tratamiento de los seres humanos y sus relaciones es muy distinto, y nosotros necesitamos tiempo, porque estamos en un entramado emocional muy delicado. Esta historia no le pertenece a una persona o a un grupo; esto le pertenece a la cultura y la memoria de todo un país", resume.
El aniversario de los 40 años del golpe de Estado no apura los planes de Littin. "No hay plan de llegar a esa fecha, no queremos caer en el terreno de las falsas expectativas. Pero sí estrenaremos este año", afirma.
EL MITO
Para esta entrevista, Littin ha reunido a sus actores Daniel Muñoz, Luis Dubó y Daniela Ramírez. Quiere enfatizar que esa obsesión personal de 40 años, es hoy una pasión colectiva que los envuelve a todos.
"Hasta hoy, nunca me sentí maduro para enfrentar al personaje en su dimensión humana", dice.
Luis Dubó agrega que el objetivo del filme no es ser conmemorativo: "Rescatamos su memoria y figura, y de paso indagamos en la identidad del Chile profundo". El actor interpreta al Inspector J, un detective que trabaja en La Moneda. "Es la voz informada que le dice que esto viene mal", cuenta.
A través de racontos desde esas siete últimas horas, la cinta muestra diferentes episodios de la vida de Allende: su época de estudiante de medicina, su infancia, su despertar político luego de sus viajes por el país y sus pasiones. El mito juega un papel importante.
"¿Cuántos Allende hay?", se pregunta Littin. "Cada persona tiene uno. Es un personaje inabarcable, por eso hacer una articulación mecánica del personaje no funciona, no se puede. La pregunta no es sólo quién es Allende, sino cómo, cuándo, dónde", añade el director.
En esa dirección, el filme del realizador de Dawson, Isla 10 quiere abordar pasajes desconocidos de su vida, como su trabajo en provincia haciendo autopsias y combatiendo los piojos y el tifus, "el lugar donde se gestaron las ideas y el espíritu del Chile profundo", concluye el realizador.