Miguel Ponce se entusiasma con el rol que afronta. Llega a liderar el fútbol formativo de Universidad de Chile con la misión de enriquecer el proyecto que inició Edorta Murua y, sobre todo, de producir jugadores que, en el mediano plazo, puedan defender al primer equipo de los azules. "Hay un montón de cosas que conlleva ser jugador de la U. Es un desafío no menor formar a un jugador para que se quede a jugar en la U... Tengo que ser capaz de entregarle al primer equipo jugadores que sean capaces de rendir", afirmó.
El plan lo seduce plenamente. "Es el mejor proyecto que hoy tengo como profesional. La U es el campeón, pero también tiene la infraestructura y un bonito equipo de trabajo. Tiene el margen para demostrar. Como proyecto de vida, para mí éste es el mejor. Hoy llegué temprano, recorrí las oficinas y estoy más convencido que nunca de que es la mejor opción", afirmó durante su presentación.
En relación al cambio profesional que implica dejar al primer equipo de Huachipato para abocarse al desarrollo de nuevos talentos, reconoció que es una elección meditada. "Es una opción venir al fútbol formativo. Un puesto clave en el fútbol internacional es el que protege y hacer crecer al producto del club, que está en la formación. Es un gran desafío llevar a todos los profesionales que tengo a mi cargo", añadió.
De paso, descartó tajantemente la posibilidad de asumir el primer equipo en el futuro. "No hay posibilidad alguna de dirigir a nivel profesional. Tuve opciones. Vengo a este proyecto muy concientizado, sobre todo por la claridad que tiene el club. No es agradable que cada vez que pase algo, seamos las primeras opciones. Un club necesita gente en la formación", sentenció.