El sábado, San Luis de Quillota derrotó por la cuenta mínima a San Marcos de Arica y sumó 12 puntos en el Campeonato de Primera B, tras cuatro encuentros jugados. O sea, campaña perfecta, que ha hecho que en la ciudad varios se ilusionen con un retorno a Primera División, sitial que no ocupan desde 2010.

"Aún falta mucho para ilusionarse con el ascenso. El comienzo que hemos tenido entusiasma, pero hay que mantenerlo", resume Miguel Ponce, técnico "canario".

En el torneo pasado le fue pésimo. Logró 10 de 36 puntos posibles, pero los dirigentes lo mantuvieron en el cargo...

Así es, y eso demuestra que los dirigentes creyeron en nuestro proyecto. Además, se mantuvo a la base de jugadores, que en su mayoría son jóvenes, pero han demostrado un crecimiento importante. En este tiempo maduraron mucho y eso nos ha ayudado ahora a tener un buen comienzo.

De los titulares, ocho son los mismos del semestre pasado.

Sí, eso es muy destacable. También valoro que los muchachos comprendieron lo que significa ser competitivo. Por ejemplo, el capitán (Guillermo) Pacheco demostró ser un jugador preparado para la alta competencia y estuvo a punto de irse a un club de Primera, pero, para nuestra fortuna, se quedó con nosotros.

Anteriormente, había dirigido a La Serena, entre junio de 2011 hasta el Clausura 2012. Tuvo un buen primer torneo, pero luego fue despedido tras una campaña  mala. ¿Cómo recuerda ese período?

Fue un momento muy complicado. Uno debe ser autocrítico y debo asumir que las cosas no se hicieron bien en la última parte de mi paso por La Serena. Aunque jugábamos bien, no ganábamos y a nadie puedo culpar de eso.

Ahora su presente es totalmente diferente...

Sí, absolutamente.

¿Es una revancha en su carrera?

Claramente lo que estoy viviendo es una revancha. Ojalá que los resultados nos sigan acompañando.

Cuando asumió en La Serena reemplazó a Fernando Vergara, quien renunció por problemas con su cuerpo técnico. Usted era su ayudante. ¿Fue complicado?

De Fernando sólo tengo una muy buena opinión. Tuvimos diferencias, pero se dan en todos lados. Además, eso no quita lo buen entrenador que él es.

Pero Vergara terminó muy molesto con usted. De hecho, dijo que "nunca más trabajaré con Ponce".

Es normal que diga eso. Yo tampoco volvería a trabajar con él, porque cuando hay un quiebre, este es irreconciliable. Pero le insisto: él se portó muy bien conmigo y le estoy muy agradecido.