Oleadas masivas de peregrinos comenzaron a llegar desde la madrugada hasta  el convento limeño donde vivió Santa Rosa, en el centro histórico de Lima, en  una de las manifestaciones católicas más importantes de América Latina.

El principal rito es arrojar al viejo pozo sin agua de la basílica una  carta con peticiones a la santa, una tradición que convoca a varones, mujeres y  niños en pos de un "milagro" en el llamado 'pozo de los deseos'.

La innovación este año es la creación por el arzobispado de Lima de la  cuenta de Twitter úSantaRositaLima.

"Los fieles pueden compartir su devoción a nuestra santa a través de la  cuenta Twitter en el caso de que vivan en el extranjero o estén imposibilitado  físicamente", explicó a la AFP el sacerdote Miguel Angel Vassallo, uno de los  responsables de la iniciativa tuitera.

El arzobispado de Lima amplía así su participación en el ciberespacio pues  ya usa la red Facebook y direcciones electrónicas en internet desde 2009 para  recibir mensajes dirigidos a Santa Rosa.

"Todos los mensajes enviados han sido impresos y depositados en el pozo del  santuario", acotó el sacerdote, que esta madrugada participó en un pererinaje  recorriendo junto a 2.000 fieles más de 10 kilómetros desde el sur de Lima  hasta el convento.

La mayoría de mensajes son pedidos laborales o de salud, como el de un  anónimo Jorge: "Que encuentre un trabajo seguro para ayudar a mi familia sobre  todo contar con buena salud, te lo pido amén".

"Favor este año hazme el milagro de encontrar alguien especial que quiera y  me quiera, y te pido por mi salud. Gracias :)" anotó Victoria en su mensaje en  Twitter. Los mensajes en las redes sociales superan ya los 10.000, según el  sacerdote.

Tradición de siglos

Los devotos se arremolinan desde temprano a las puertas del convento en  interminables filas que ocupan varias calles aledañas. La espera es compensada  por el recorrido de una veintena de minutos dentro del convento, que incluye  por cierto el celebérrimo pozo de los deseos.

Los pedidos conforman una trinidad distinta a la que proclama la iglesia  católica. "Que la abuela no fallezca, que el sueldo aumente, que regrese el ser  amado. Los devotos de Santa Rosa de Lima desean cosas similares: salud, dinero  y amor", resumió el arzobispado el tenor de los pedidos.

"Quiero estar a lado de mi amor. Haz que nuestros lazos se hagan más  fuertes", dice un mensaje enviado por el tuitero úalmaflor001.

Santa Rosa de Lima, cuyo verdadero nombre era Isabel Flores de Oliva  (1586-1617), fue una mística que vivió en el siglo XVII. La feligresía atribuye  milagros al pozo donde arrojó la llave del candado de una cadena que llevaba  como cinturón.

En el convento, más conocido como Santa Rosa de las Monjas, se guarda una  vincha de plata con tres hileras de 33 puntas de clavos, como silicio, que  Santa Rosa portó en vida. También se aprecia un clavo con el que ataba su larga  caballera para orar.

La leyenda presenta a Santa Rosa como fanática y loca por las  autoflagelaciones. El debate ha enfrentado a psiquiatras, que la consideran una  enferma, con historiadores, que la señalan como una mujer normal pero de fuerte  personalidad.

La Iglesia Católica la canonizó en 1671 pues le atribuyó curaciones  milagrosas al contacto con su cuerpo o al invocar su nombre. Roma la proclamó  Patrona del Nuevo Mundo (América) y las Filipinas en momentos en que España y  el Vaticano imponían la evangelización de la región a sangre y fuego, con la  espada en una mano y la biblia en la otra.