Miles de personas desfilaron este sábado en  el centro de Moscú para expresar su apoyo al presidente ruso, Vladimir Putin, y  manifestarse contra cualquier intento de trasladar a Rusia revueltas populares  como la que acabó en 2014 con el régimen de Victor Yanukovich en Ucrania.

"El ejemplo ucraniano nos enseñó muchas cosas, y no permitiremos el Maidan  en nuestro país", declararon los organizadores, un día antes de la marcha que  congregó a 35.000 personas, según la policía moscovita.

El desfile tenía como objetivo señalar el primer aniversario de las  manifestaciones del Maidan, en Kiev, que acabaron con el gobierno del  expresidente ucraniano Yanukovich, y mostrar que Rusia no aceptaría actos  semejantes.

"No al Maidan, no a la guerra", "El Maidan es una enfermedad. Vamos a  sanarla", se leía en las pancartas que llevaban los manifestantes. Cosacos,  moteros, jubilados y diputados participaron en el desfile.

Yanukovich, presidente de Ucrania desde 2010, huyó de su país en febrero de  2014 y se dirigió a Rusia tras la sangrienta represión del Maidan, una plaza  del centro de Kiev, epicentro de las protestas contra su régimen.

Poco después, Rusia se anexionó la península ucraniana de Crimea, de  mayoría rusófona, y apoyó a los separatistas prorrusos del este de Ucrania  cuando se alzaron contra el gobierno de Kiev en abril.

El conflicto entre el ejército ucraniano y los rebeldes prorrusos causó  casi 5.700 muertos en 10 meses, según el último balance de la ONU.

Desfiles como este tuvieron lugar el sábado en distintas ciudades rusas  como San Petersburgo (noroeste), Ekaterimburgo (Ural) o Vladivostok (este).

Putin sigue siendo el hombre político más popular en Rusia, a pesar de la  crisis económica que atraviesa el país, sobre todo, por culpa de la caída del  precio del petróleo. Estados Unidos y la Unión Europea impusieron, además,  sanciones económicas a Moscú en represalia por su intervención en el conflicto  del este de Ucrania.