Decenas de miles de personas -50.000, según los organizadores y 3.000, según las autoridades rusas- salieron hoy a las calles de Moscú para protestar contra lo que llaman "agresión del Kremlin" contra Ucrania por la intervención de las tropas rusas en la separatista república ucraniana de Crimea.

Los manifestantes, que portaban globos y banderas con los colores de Rusia y Ucrania y rótulos con consignas contra el presidente ruso, Vladímir Putin, inundaron los céntricos bulevares de la capital rusa para exigir "evitar a cualquier precio una guerra con el pueblo hermano de Ucrania". 

Los activistas corearon "¡Fuera Putin!", "¡No a la guerra!" "¡Rusia será libre!" mientras marchaban tras pancartas que decían "Por Rusia y Ucrania sin Putin", "Putin a la cárcel" y "Nuestro enemigo está en el Kremlin".

Pocas horas antes de que arrancara la marcha, el histórico Anillo de los Bulevares fue acordonado por miles de agentes de orden público y antidisturbios al tiempo que decenas de camiones bloquearon el acceso tanto para transeúntes como para automóviles desde las bocacalles adyacentes.

La única entrada a la zona de las protestas quedó desde el bulevar Strastnói, de donde los manifestantes solo pudieron acceder a través de un cordón policial y atravesando detectores de metales.

Ese paisaje urbano poco usual para un fin de semana en Moscú fue acompañado por el ruido de un helicóptero policial que sobrevolaba la zona de las protestas, la misma que se extendió a una distancia de tres kilómetros hasta la avenida Sájarov, donde la marcha culminó con un mitin.

"Vladímir Putin de nuevo divide a nuestro país. Nos quieren hacer chocar con el pueblo hermano, nos inculcan odiarnos unos a otros", declaró desde un escenario improvisado Iliá Yashin, uno de los líderes de la oposición extraparlamentaria.

El ex viceprimer ministro y copresidente del partido liberal PARNAS, Borís Nemtsov, calificó de "infame" y "grosera" la política del Kremlin hacia Ucrania.

"No tenemos ningún derecho de comportarnos así con un país que es nuestro amigo", subrayó y dijo que hace una semana estuvo en Kiev y que la situación es de normalidad.

El mitin de protesta contó también con la participación de las dos integrantes del grupo Pussy Riot, que recientemente salieron en libertad tras cumplir penas de prisión de dos años por escenificar en la mayor catedral del país una plegaria contra Putin. 

La marcha opositora en el centro de Moscú coincidió con una organizada por varias organizaciones oficialistas bajo el lema de "apoyo a Crimea y contra el fascismo", en la que según la policía participan hasta 15.000 personas.

Conforme a numerosas denuncias en internet, la mayoría de esa marcha oficialista la forman funcionarios públicos, muchos de los cuales supuestamente fueron llevados al mitin en autobuses bajo la amenaza de ser despedidos.