Miles de personas en toda España protestaron el sábado contra las estrictas leyes de embargo a propiedades que han causado decenas de miles de desahucios durante la profunda recesión del país.
En Madrid, una de las 50 ciudades donde realizaron movilizaciones, miles de personas recorrieron las calles para exigir que el gobierno modifique las leyes. También hubo protestas en Barcelona, Pamplona, Valencia y Sevilla.
Más de 350.000 españoles han recibido órdenes de desalojo desde 2008 porque no pueden pagar sus hipotecas. El desempleo está en 26% y los jóvenes son los más afectados mientras el país ha caído nuevamente en recesión.
La mayoría de los desalojados sigue obligado a pagar la suma que se les prestó originalmente, a pesar de que el valor de sus casas se desploma, lo que dificulta la venta de las propiedades.
Ada Colau, portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, quien ayudó a organizar las manifestaciones, dijo que los participantes están exigiendo al gobierno que los desempleados sin capacidad de pagar sus hipotecas puedan devolver su casa a los prestamistas como pago y que esta disposición pueda ser retroactiva.
Los afectados también piden una moratoria a los desahucios y que las propiedades vacías que no se han vendido y que están en manos de los acreedores se alquilen como vivienda social.
Alarmado por el creciente desasosiego ante las altas tasas de desahucios y las protestas que han provocado, el presidente del gobierno español Mariano Rajoy está sopesando pedir que se revisen las leyes hipotecarias.
Pero muchos observadores opinan que los cambios, que afectan al poderoso pero también agobiado sector bancario, podían llevar meses para obtener la aprobación del Parlamento.
"No podemos permitir que la iniciativa legislativa que ya ha sido aprobada tácitamente por el gobierno sea debilitada o reducida para terminar en algo irreconocible", dijo Colau. "Nuestras tres demandas son apenas el mínimo requerido".
Los bancos venden las casas embargadas por mucho menos que el valor original de la hipoteca o no pueden deshacerse de ellas. Esto implica que los dueños originales terminan adeudando la diferencia o pagando todo el préstamo más cuotas adicionales y costos judiciales.
Carlos Gómez, de 40 años, protestó el sábado en Madrid y dijo que bajo una fuerte presencia policiaca, recibió una advertencia de que en abril será desalojado de su casa.
Hace unos días, un matrimonio de jubilados se suicidó y dejó una nota donde explicó que iba a perder su casa. Al menos cinco personas se ha quitado la vida por la misma causa.