Miles de voluntarios acudieron a alistarse en el Ejército de Irak para luchar contra el avance de la organización terrorista Estado Islámico en Irak y Siria (ISIS), que en los últimos días fue tomando varias ciudades a su paso, con la mira puesta en Bagdad, informan hoy medios iraquíes.
Según Al Sumaria News, en la localidad de Nayaf las filas oficiales esperaban recibir aproximadamente 100.000 nuevos reclutas, en momentos en que se multiplican las alertas ante una posible guerra religiosa en el país. El ISIS está integrado por sunitas.
"No escuchen a quienes hablan de chiitas y sunitas", instó hoy el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, a la población.
Al Maliki llamó a sunitas y chiitas a combatir juntos el terrorismo. "Somos parte de un mismo país y una misma religión", dijo este sábado el jefe de gobierno en Samarra, en palabras transmitidas por televisión. "Desde Samarra iniciaremos la batalla para vencer el terrorismo", en lo que parece demostrar que la mencionada localidad fue recuperada por las fuerzas centrales tras la invasión insurgente.
El ISIS, sunita, lucha contra los chiitas, a quienes acusa de no respetar las verdaderas enseñanzas del Islam. En Irak muchos sunitas creen ser discriminados por el gobierno de Bagdad, dominado por chiitas, y esa situación facilitó el avance de las tropas extremistas.
El avance es combatido por las filas iraquíes y kurdas. Y además el secretario de Defensa estadounidense, Chuck Hagel, ordenó hoy posicionar un portaqaviones en el Golfo Pérsico a fin de dar mayor flexibilidad al presidnte Barack Obama "en caso de ser necesaria una operación militar para proteger la vida de estadounidenses, ciudadanos e intereses en Irak", según palabras el portavoz del Pentágono, John Kirby.
Poco antes, el presidente Obama había descartado un regreso de tropas estadounidenses a Irak. No obstante, las partes se mostraron abiertas a posibles alternativas militares.
Muchos de los voluntarios se han alistado al Ejército siguiendo el pedido del gran ayatolá Ali al Sistani, líder espiritual de los chiitas iraquíes, quien el viernes llamó a sus correligionarios a proteger los lugares santos en Kerbala y Nayaf de los extremistas sunitas de ISIS. También el influyente clérigo chiita Muktada al Sader instó a sus seguidores a la resistencia. Según Naciones Unidas, el conflicto ha causado unos 1.000 heridos en los últimos días, mientras que ISIS difunde en la red imágenes de clérigos y soldados iraquíes ejecutados. Se estima que cientos de miles de personas han abandonado sus vivendas para emprender la huida de las regiónes afectadas.
Diversos reportes indican hoy que las fuerzas iraquíes y kurdas lograron poner freno al avance de las tropas de ISIS y liberaron algunas localidades que los extremistas habían puesto bajo su control esta semana.
No obstante, no se tienen datos precisos sobre la situación concreta.
Irán, por su parte, hizo saber que está dispuesto a "apoyar y asesorar de todas las maneras posibles a nuestro vecino Irak, pero no nos han pedido una participación militar, que tampoco está a discusión", afirmó el presidente Hassan Rohani en Teherán.
Rohani aseguró que su país no ha desplegado tropas en Irak ni lo hará en el futuro. La cooperación de Irán con Irak no tiene límites pero está apegada a las leyes internacionales, insistió Rohani, contradiciendo informaciones publicadas por el estadounidense Wall Stree Journal.