"Sin ciencia no hay progreso". "El Chile que soñamos con ciencia es posible". Eran algunas de las frases que lucían los carteles que hoy se apreciaron en el centro de Santiago en March for Science, movimiento global que nació en EE.UU. para protestar contra las nuevas políticas del gobierno de Donald Trump, al cual la comunidad científica en Chile adhirió con demandas sobre la falta de recursos y políticas para la ciencia en el país.

"Estamos súper contentos. Esperábamos mil personas y llegaron 2.500. Fue un llamado que unió a la comunicad científica completa. Buscamos aportar a la sociedad, reivindicar el valor de la ciencia en contraste con la pos verdad y mitos que hoy abundan", destacó Soledad Quiroz, Universidad Santo Tomás, una de las organizadoras de la marcha.

Carabineros cifró a los asistentes en 1.200 y las manifestaciones se replicaron en ciudades como Antofagasta, La Serena, Valparaíso, Concepción, Valdivia y Punta Arenas.

En Antofagasta, más de 300 personas que se reunieron en la Plaza Colón. "Estamos muy satisfechos con la convocatoria. Es importante tener científicos organizados más allá de las universidades", dice Cristina Dorador, investigadora de la Universidad de Antofagasta y coordinadora de la zona norte para "+ Ciencia para Chile".

Todo partió a  principios de este año cuando un grupo de científicos en EE.UU. programó una marcha para el 22 de abril, afuera de la Casa Blanca. Buscaban organizarse en contra de las nuevas políticas del gobierno de Trump: recorte de presupuesto, disminución de personal, control de la información que publican en redes sociales y eliminación de los datos respecto de cambio climático en las agencias gubernamentales.

El día escogido no fue una coincidencia: hoy se celebra el Día de la Tierra.

"A nivel global se trata de una manifestación para valorizar y visibilizar el rol de la ciencia. Nosotros sumamos el no contar con una institucionalidad, no tener espacio para la inserción laboral y falta de proyección", dice Dorador.

Cecilia Hidalgo investigadora del  Instituto Milenio de Neurociencias Biomédicas  y premio Nacional de Ciencias Naturales 2006, agrega que la situación en el país es dramática. "Tenemos lo que más cuesta, el talento, la gente calificada pero nos faltan los fondo para poder hacer ciencia y no para nosotros, sino para el desarrollo del país", dice.

Las autoridades no manifiestan convencimiento de la importancia de la ciencia. "Hay problemas de falta de visión, se hace un programa como Becas Chile, pero después esos investigadores no tienen donde trabajar. La inversión en I+D es muy baja si comparamos con otros países", señala Hidalgo.

MARCHAS POR EL MUNDO

Bajo el lema "Science, not Silence" ("Ciencia, no silencio"), 75 mil personas se reunieron en Washington DC (EE.UU), en el principal evento de March for Science. La protesta mundial se inició en Australia y se extendió a lo largo del día por más de 600 ciudades de Asia, Europa, África y América. Expertos indican que el paralelo más cercano a las protestas de hoy son las demostraciones para el desarme nuclear en los años 50 y 60, cuando los científicos marchaban contra el uso de la ciencia para construir armas de destrucción masiva.

Un movimiento que no debe ser entendido solamente como una protesta por los recortes en la ciencia del presidente de Donald Trump, sino como una reivindicación del importante papel que debe jugar la ciencia en la sociedad, insistieron los organizadores.

La marcha para la ciencia en Washington DC tenía mucho significado, destaca Pablo Muñoz Llancao, Ph.D de The George Washington University. "Para nuestro laboratorio, fue relevante por dos razones. la primera es por la política de migración de Trump, nuestro laboratorio es guiado por una investigadora italiana y en el trabajamos personas que provienen de Italia, Arabia Saudita y  de Chile. Segundo, el tema de investigación es el autismo y la discapacidad intelectual.  Donald Trump ha mencionado públicamente que las vacunas inducen autismo y todas las evidencias muestran lo contrario. Por eso, nos organizamos y marchamos con otros laboratorios de la Universidad de George Washington hacía el escenario principal para luego seguir la marcha hacia el capitolio con algunos esporádicos cánticos de protesta contra Trump y su política medio ambiental y el corte de recursos para la Ciencia".