Decenas de miles de camboyanos salieron hoy a las calles de Phnom Penh, para recibir el féretro con los restos mortales del ex rey de Camboya, Norodom Sihanuk, fallecido el lunes pasado en Pekín.
El actual soberano e hijo menor de Sihanuk, Norodom Sihamoni, y el primer ministro, Hun Sen, acompañaron al féretro durante su viaje desde la capital china, que iba en un vehículo escoltado por un contingente integrado por una veintena de automóviles.
Camboyanos de todas las generaciones, unos vestidos con prendas negras y otros con brazaletes de ese mismo color, aguardaron la llegada del féretro al aeropuerto capitalino de Pochentong y en las calles por las que fue transportado hasta el Palacio Real, situado a orillas del río Tonle Sap.
El vocero del Gobierno, Khieu Kanharith, indicó a la prensa que "hay más de cien mil personas congregadas en las calles y están llegando más".
Algunos de los camboyanos decían que habían acudido a rezar por el rey, otro señalaban que era un día histórico para el país y otros lamentaban la "gran pérdida" que había sufrido Camboya con la muerte de Sihanuk.
Los restos mortales de Sihanuk, quien durante la última década de su vida luchó contra un cáncer de próstata, diabetes y dolencias cardiovasculares, serán incinerados en enero del próximo año, con las usanzas de un funeral de Estado y siguiendo el rito budista.
El Gobierno ha declarado una semana de luto oficial y ordenado a los canales de televisión y cadenas de radio abstenerse de emitir programas que puedan erosionar la imagen de Sihanuk, considerado por muchos camboyanos la máxima autoridad moral del país.