Parece un ritual de paso para convertirse en una estrella pop: cambiar la inocencia inculcada por Disney por la polémica provocadora. Lo hizo Britney Spears. Lo hizo Christina Aguilera. Pero Miley Cyrus (21) parece haber llevado la metamorfosis a un nuevo nivel, ya que su giro para enterrar la imagen angelical de Hannah Montana, el personaje que la lanzó a la fama en Disney Channel, fue demasiado abrupto.
Una mutación radical que se dio en un momento específico, los premios MTV de 2013: las poses sugerentes que realizó con el cantante Robin Thicke fueron el preludio de lo que vendría. Bangerz (2013), su último álbum, la llevó a reinventar completamente su sonido y, sobre todo, abrazar una deslenguada imagen de niña mala.
Un año después, su ambicioso e igualmente polémico tour mundial del mismo nombre aterriza en Sudamérica, con show ya agendado para el 1 de octubre en el Movistar Arena. Se trata de su segunda escala en Santiago, luego de su debut de 2011 en el Estadio Nacional, aunque difícilmente se pueden comparar ambos momentos de su carrera. "No siento críticas hacia esta nueva presentación, porque lo disfruto mucho. Es lejos la gira en la que mejor lo he pasado", dice Cyrus, al teléfono con La Tercera desde México, parada previa a su retorno a la capital.
¿Cómo ha vivido esta transición en su carrera?
Creo que he llegado a un muy buen punto de mi vida. Con esta gira he podido reencontrarme con el público tras un tiempo, y siento que hay una mejor conexión. Lo que mostraremos ahora en Chile será un poco distinto de lo que hicimos en Estados Unidos, pero seguirá la característica principal, que es lo bien que lo estamos pasando. En comparación a la vez anterior, he podido hacer mucho más lo que me gusta, como, por ejemplo, con los covers que toco. La gente viene a esto para celebrar la música, entonces me preocupé mucho de la presentación, de los colores, que fuera luminoso, y que tuviera un aire de libertad.
Bangerz fue un álbum muy distinto a tus trabajos anteriores, donde saltó del pop adolescente a un sonido más adulto, de inspiración hip hop ¿Qué tan importante fueron las influencias externas para este giro?
He aprendido de estar haciendo discos y shows desde hace tanto tiempo, porque a pesar que tengo 21, este año es el octavo aniversario de mi primer concierto. Y, por tanto, sé que si no estás feliz con algo, no puedes hacerlo mucho tiempo. Entonces me estoy enfocando en música que me gusta mucho ahora y en trabajar con personas que respeto. No me interesa mucho sonar en la radio, sino trabajar con los artistas que quiero y hacer la música que yo quiera. Ya estoy trabajando para mi próximo disco y quiero que cambie de nuevo. Estoy metida en lo que es el rock psicodélico. La verdad no quiero volver a hacer algo con estética hip hop, ni si quiera estoy segura que quiera quedarme en el pop.
¿Es difícil mezclar el material antiguo con el nuevo, considerando que son tan distintos?
No me enfoco mucho en el material antiguo. Lo que quiero cantar lo canto, y lo que quiero que la gente escuche ahora son las canciones nuevas. Hay muchos temas en Bangerz que no fueron singles y no sonaron en las radios, entonces quiero que la gente los conozca. No forcé material antiguo, sino lo que funcionara. En su gran mayoría son canciones mías que quiero mostrar, más algunos covers que me gustan mucho.
¿Ha notado un cambio en su fanaticada con esta variación en su imagen?
Ahora es mucho más diversa. Literalmente hay personas que tienen ocho años y otras que tienen 80 dentro del público. No estoy bromeando. Hubo un concierto donde vi una abuela en una silla de ruedas sentada al frente, y pensé que era genial poder hacer algo que les gustara a todos. A veces veo a gente mayor en el público y pienso que deben haber leído sobre esto y pensado "ah, puede ser divertido" (se ríe), pero se ve que realmente pasan un buen rato. Y la verdad estoy muy feliz con los conciertos y todos sus aspectos, lo hacen algo muy entretenido. No es un show al que la gente se vaya a aburrir.
Hay una parte de su show donde apoya abiertamente el consumo de marihuana. ¿Por qué siente que debería ser legal?
No siento que lo promueva, simplemente es parte de la estética y de lo que soy. Yo vivo en California, donde tengo la suerte que es legal, y no me avergüenza lo que soy o lo que hago. Es algo normal para mí.
Dijo que ya trabajaba en nueva música. ¿Cuál será su nueva dirección en un futuro álbum?
Mis fanáticos me permiten sentir que no tengo limitaciones para hacer nueva música, porque mis fans verdaderos me han acompañado en todo lo que he vivido por mucho tiempo. Siento que soy lo más libre que he sido nunca para este nuevo álbum. Sólo quiero hacer música, porque realmente es lo que amo. No me importa ser famosa. No me importa si toco ante ocho personas u ocho mil, porque esto es lo que nací para hacer. Entonces en el futuro sólo espero seguir así, saliendo de mi casa a tocar para la gente, no quedarme encerrada en un estudio.