Hasta las oficinas del Servel llegaron esta mañana más de 70 militantes del Partido Progresista para renunciar a la colectividad de manera masiva.
La decisión de los adherentes -y a la que se sumarán militantes de regiones en los próximos días- está basada principalmente en la falta de partición que existiría al interior del partido fundado por Marco Enríquez-Ominami.
"Hoy la base del PRO se va completa, no es solamente un número", dijo la ex tesorera del PRO, Lucy Ovando. "Acusamos públicamente la falta de democracia interna y la negación de los espacios de participación que ha incurrido sistemáticamente la directiva nacional del PRO referente a temas relevantes a debatir para la cosntrucción de un proyecto político progresista común. En particular motiva nuestra renuncia la resistencia a evaluar la fracasada estrategia personal, jurídica y política que implementó la dirección del PRO entre 2015 y las elecciones de 2016", dice el comunicado que leyeron los ex militantes.
Asimismo, indicaron que su aspiración es conformar un Movimiento Democrático Progresista y sumarse posteriormente al Frente Amplio.
"No renunciamos a las ideas del progresismo, las reafirmamos y esperamos seguirlas planteando en la coyuntura actual (...) No es tiempo de ambivalencia. O se está con la Nueva Mayoría o se construye este Frente", añaden.
En este contexto, Ovando enfatizó que "el PRO se transformó en un comando de campaña permanente donde no había posibilidad de tomar decisiones de ningún tipo".
Asimismo, detalló que en las pasadas elecciones municipales "los candidatos estuvimos obligados a salir con la imagen de Marco, fue una decisión vertical tomada por cuatro personas".
Sobre el nuevo movimiento que hasta el momento está apoyado por más de 150 ex militantes, Ovando señaló que se buscará tomar las decisiones "de forma horizontal" y que estará encabezado por un comité político. Admeás, idnicó que aún no han definido su opción presidencial.
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