Gary Prado, el general retirado que capturó al legendario guerrillero Ernesto "Che" Guevara en las selvas bolivianas en 1967, enfrenta una acusación por supuestos nexos con una presunta red terrorista en Bolivia.
Prado fue llamado a declarar hoy ante el fiscal Marcelo Soza, que lo acusa de intercambiar correos electrónicos "ultrasecretos" con Eduardo Rosza, cabecilla de la presunta banda y muerto en abril del año pasado durante una incursión de la policía a un hotel en ciudad de Santa Cruz.
"El señor Prado debe explicar por qué intercambiaba mensajes electrónicos encriptados con Rosza", dijo el fiscal. Por el mismo caso están detenidos siete personas, el último es el hijo de un ex gobernador de Santa Cruz.
Según Sosa, Prado usaba el seudónimo de "sucupira" y Rosza el de "camba tres" y ambos intercambiaron mensajes secretos con códigos militares cuyo contenido no fue divulgado.
Sin embargo, Prado negó antes vínculos con Rosza, de quien dijo que lo buscó como periodista y aseguró que no se presentará a declarar en La Paz donde radica la investigación sino en Santa Cruz porque allí ocurrieron los hechos.
Su hijo, que lleva el mismo nombre y es candidato a alcalde por esa ciudad por un partido opositor, también está convocado a declarar el viernes por presuntos nexos con el grupo de Rosza.
"Esto es más que una telenovela venezolana mal contada", declaró Prado hijo al anunciar que no llegará a La Paz pero está dispuesto a decir su verdad en su ciudad.
Gary Prado era capitán en el ejército cuando la patrulla a su mando capturó al Che en la selva del sudeste. El guerrillero fue ejecutado el 9 de octubre de 1967 por orden de los jefes militares de entonces. Prado dijo que no tuvo que ver con la ejecución y contó su versión en el libro "Cómo capturé al Che".
"El guerrillero que yo conocí no es el Che del mito y la leyenda. Era un hombre derrotado y al límite de sus fuerzas", escribió.