El Comando de Fuerzas Combinadas (CFC) surcoreanas y estadounidenses proyecta rebajar el nivel de vigilancia sobre las operaciones norcoreanas, ante la ausencia de indicios de una provocación militar por parte del régimen comunista.
Según informaron hoy fuentes castrenses citadas por la agencia local de noticias Yonhap, se está empezando a considerar reducir las condiciones de vigilancia sobre Corea del Norte, situadas actualmente en el segundo nivel más elevado, debido a que los últimos informes de los servicios de Inteligencia sugieren que no hay indicios de una inminente amenaza desde Pyongyang.
El Comando de Fuerzas Combinadas lleva haciendo un seguimiento exhaustivo de los movimientos del régimen comunista desde que elevaron su nivel de alerta en mayo de este año, justo después de una escalada de tensión en la península coreana tras el segundo ensayo nuclear de Corea del Norte, que fue seguido además por el lanzamiento de varios misiles hacia el Mar del Este (Mar de Japón).
Las fuerzas militares conjuntas surcoreanas y estadounidenses cuentan con un sistema de cinco niveles de vigilancia, de los cuales el tercero ya implica un "seguimiento atento", según la agencia local de noticias.
Según las fuentes militares, los mandos de ambos países han empezado a estudiar el plan para bajar el nivel de vigilancia, el cual se espera quede finalizado la semana que viene, después del regreso a Corea del Sur del jefe de las fuerzas conjuntas, el general Walter Sharp.
Las dos Coreas permanecen técnicamente en guerra después de que el conflicto armado que enfrentó ambos países entre 1950 y 1953 finalizara con un armisticio en lugar de con un tratado de paz.
Pyongyang, cuyas relaciones con Seúl se han deteriorado de manera significativa durante el último año, ha advertido en varias ocasiones de la posibilidad de confrontaciones militares con el Sur.