Varios militares libaneses, capturados en agosto pasado por el Frente al Nusra, la rama siria de Al Qaeda, pidieron hoy al Ejército libanés que no se implique en los combates en la zona fronteriza siria de Al Qalamún, porque de lo contrario sus vidas corren peligro.
"Si el Ejército libanés es arrastrado (por el grupo chií Hizbulá) en la lucha, nosotros pagaremos el precio", dice uno de los rehenes en un vídeo de 13 minutos, difundido en una cuenta de Twitter del grupo extremista.
Otro de los siete rehenes que aparecen en las imágenes insta a su familia y compañeros a enfrentarse a Hizbulá y al Ejército libanés, al considerar que el grupo chií "quiere que el Ejército se implique en problemas ajenos".
Los militares en manos del Frente al Nusra, que lucen barbas y buen estado físico, pidieron a sus familiares buscar un mediador "honesto" para lograr su liberación.
"Deseamos que las familias de los prisioneros formen un comité y busquen un negociador honesto", apuntaron varios soldados, que acusaron al actual mediador, el libanés Abás Ibrahim de "mentiroso".
También en esta jornada, el diario libanés An Nahar publicó un supuesto mensaje privado enviado por el Frente al Nusra al Ejército en el que el grupo yihadista amenaza con matar a los militares rehenes si continúan los bombardeos a sus posiciones en la región de Arsal, limítrofe con Siria.
Las Fuerzas Armas libanesas ha reforzado sus posiciones en áreas colindantes con Siria, que bombardea a menudo para impedir que los grupos radicales extiendan su control a ellas.
Los rehenes fueron capturados en agosto pasado durante combates entre el ejército y yihadistas en Arsal, que se saldaron con cerca de veinte soldados y policías muertos y treinta secuestrados.
La situación de seguridad en el Líbano ha ido empeorando desde el inicio del conflicto en Siria, en marzo de 2011, sobre todo en el norte y el noreste del país.