Milton Juica: "El Poder Judicial no se comportó a la altura" en el gobierno militar

<p>Magistrado fue nombrado en forma unánime como nuevo presidente de la Suprema. Asume el 6 de enero de 2010.</p>




Tras ser nombrado como el sucesor del actual presidente de la Corte Suprema, Urbano Marín, el ministro Milton Juica se refirió a los nuevos desafíos que emprenderá durante su mandato y a la vez realizó un juicio crítico respecto del rol que tuvo el poder judicial en materia de derechos humanos durante el gobierno militar.

Al ser consultado si bajo su administración la Corte debía hacer un mea culpa respecto a los casos de violaciones de lo DDHH evitó hablar a nombre de la institución, sin embargo, señaló que "en la época de la dictadura el Poder Judicial no se comportó a la altura, especialmente la Corte Suprema".

"Evidentemente esa Corte Suprema actualmente no existe, ellos (los jueces) habrían tenido sus razones para haber actuado de la manera en que lo hicieron", dijo. Agregó que "yo puedo hacer mi mea culpa, pero no por la institución".

En materia de desafíos que contemplará su gestión que se iniciará el 6 de enero de 2010 aparece como prioridad la reforma a la justicia civil y profundizar el trabajo de transparencia y probidad de los jueces, iniciada con el actual presidente Urbano Marín.

DESIGNACION UNANIME
El pleno de la Corte Suprema eligió, esta mañana, de forma unánime al ministro Milton Juica (66) para asumir la presidencia del máximo tribunal del país a partir del año 2010.

El abogado ejercerá su nuevo cargo a partir del 6 de enero por un período de dos años. El actual vocero de la Suprema reemplazará en el cargo al actual presidente Urbano Marín

A lo largo de su trayectoria, el magistrado se hizo conocido por investigar causas emblemáticas en materia de derechos humanos, indagatorias en la que destacan los casos Albania y Degollados.

En el primero investigó el secuestro y homicidio de 12 miembros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, ocurrido entre el 15 y 16 de junio de 1987. En el segundo , el secuestro y asesinato de tres profesionales que fueron detenidos en las puertas del colegio Latinoamericano, el 29 de mayo de 1985.

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