José Rojas, Osvaldo González y Johnny Herrera (hoy en la Roja) realizan los ejercicios comandados por Martín Lasarte a máxima intensidad. A un costado de la cancha, Gustavo Canales los mira. El oriundo de General Roca está serio y en ningún momento esboza ni una leve sonrisa.

Los primeros 25 días de enero han sido un martirio para el atacante azul. La rebelde lesión en el tobillo derecho, que lo marginó de las primeras tres fechas del torneo de Clausura, le ha generado un clima de tensión a un jugador que sólo quiere recuperar la camiseta de titular y, de paso, volver a destacar en la cancha, tal como lo hizo en el torneo pasado.

"Te pido disculpas, pero no voy a hablar. Lo haré cuando me recupere y empiece a jugar", es la respuesta del jugador ante la inquietud de La Tercera por conocer el avance de su recuperación.

Atrás quedó la alegría del jugador que convirtió el gol que le significó el título del Apertura 2014 al equipo de Lasarte. Su genio ya no es el mismo. Pareciera que los ejercicios de kinesiología, a los que ha sido sometido durante 25 días, le incomodan. Los trotes alrededor de la cancha, supervisados por Mauricio Hernández, quien es parte del staff médico de la U, se volvieron una rutina tediosa y su rostro así lo refleja. Nada es capaz de sacarle una sonrisa.

Su malestar se ve aún más potenciado cuando finalizan las prácticas. El atacante no se queda a compartir con sus compañeros y es uno de los primeros en retirarse del Centro Deportivo Azul. Al llegar al portón de salida, pierde la paciencia, ahora con sus compañeros, que se detienen a firmar autógrafos a cerca de 15 hinchas. La bocina del automóvil del atacante incomoda y llama la atención de los propios guardias.

"Cualquier jugador que está lesionado se molesta. Es lógico. El hábito de cualquier futbolista es estar en una cancha de fútbol", señala el preparador físico Marcelo Tulbovitz.

Las muestras de apoyo al delantero han sido la constante en el plantel durante las primeras semanas del año.  El cuerpo técnico azul, comandado por Martín Lasarte, se ha encargado de aconsejar al 19 a seguir esforzándose para alcanzar su máximo nivel físico.

"Cuando un jugador se lesiona no está contento. Le hemos dado mucho ánimo, todo el cuerpo técnico y sus compañeros lo han motivado y acompañado en estas semanas que han sido bastante tediosas para Gustavo (Canales)", agrega Tulbovitz.

En el plantel reconocen que el estado de ánimo de Canales se ha visto afectado. No es fácil para uno de los baluartes del equipo restarse de las primeras fechas del torneo local, más aún luego del irregular comienzo de los azules en el Clausura.

"No ha sido fácil para Gustavo, pero él es un luchador. Todos siempre le estamos dando ánimo y, a la vez, motivando a que siga luchando para volver lo antes posible a una cancha. Es un jugador determinante y te puede resolver el partido en cualquier momento", señala un integrante del equipo que entrena en La Cisterna.

Fin al calvario

Los días de amargura para Gustavo Canales están llegando a su fin. Ayer, el delantero nacionalizado chileno dejó de mirar los ejercicios desde un costado de la cancha y se integró por completo a la práctica comandada por Martín Lasarte.

"Hoy (ayer) entrenó a la par de sus compañeros. Realizó prácticamente todos los trabajos y lo hizo de muy buena manera", señala Tulbovitz.

La vuelta del artillero a las prácticas generó alegría en el plantel.  Sus compañeros lo felicitaron y se ilusionan con poder contar con su presencia para el duelo ante Antofagasta, que se disputará este sábado, en el Estadio Nacional. Sin embargo, en el cuerpo técnico no quieren equivocarse y se toman con cautela su regreso.

"Nos generó mucha alegría a todos. Estamos muy felices por tenerlo de vuelta en el campo con sus compañeros", agregó el PF. "No podría asegurar que estará ante Antofagasta. Hay que ver cómo sigue durante los próximos días, ya que hay que tomar en cuenta que perdió muchos días de entrenamiento con el plantel. Es cierto que hizo un excelente trabajo kinesiológico con la gente del club, pero está falto de prácticas", finalizó el charrúa.

Gustavo Canales volvió a las prácticas y, dentro de poco, quiere volver  a sonreír. Estar en el camarín, listo para entrar a la cancha, será la mejor solución contra su evidente disgusto.