Faltan sólo dos semanas para que más de 200 mil estudiantes rindan la PSU. Si bien quienes no quedaron conformes pueden volver a rendir la prueba y escoger el mejor puntaje para postular, tienen que esperar un año más.
El ex ministro de Educación Joaquín Lavín había pedido considerar rendir la PSU dos veces al año. Una idea que el actual ministro, Harald Beyer, retomó hace algunas semanas, cuando propuso al Consejo de Rectores (Cruch), que administra la prueba, cambios al sistema de admisión.
En el Mineduc, la propuesta está afinada. La idea es que una fundación sin fines de lucro reemplace al Demre, dependiente de la U. de Chile, a partir de 2014, y que sea ella la que realice los cambios necesarios al sistema de admisión.
Uno de ellos: que la PSU se rinda a finales de tercero medio y al terminar el primer semestre de cuarto medio. "Nuestra propuesta es que una fundación se haga cargo del sistema, que opere con un consejo directivo que nombre un director ejecutivo. Y que tenga diversas divisiones: una de estudios, otra de administración de la prueba, de divulgación de exámenes tipo y de respuesta a la comunidad", explica Beyer.
El cronograma que plantea el ministerio es que la fundación esté operativa en 2014 y que ella sea la que estudie nuevos instrumentos de admisión y la posibilidad de dar la PSU dos veces, desde 2015.
A juicio del ministro, la modificación no debiera alterar el desempeño de cuarto medio, sino más bien aliviarlo. "Hoy cuarto medio tiene un currículo nacional, pero como tenemos un modelo de prueba estandarizada una sola vez, la presión social es tremenda", dice Beyer. A su juicio, al permitir rendirla en varias oportunidades, se flexibilizarían los últimos años de la enseñanza media.
A nivel mundial
Varios países utilizan pruebas estandarizadas para el ingreso a la universidad, como es el caso de Chile. "En lo que el caso chileno es más único es en la posibilidad de dar el examen una sola vez al año", dice Beyer.
En Estados Unidos, por ejemplo, existen múltiples test que sirven como vía de admisión e, incluso, universidades prestigiosas como la de California tienen sus propios métodos. La prueba más común es el SAT, que evalúa los conocimientos adquiridos por el estudiante en su etapa escolar, como matemáticas y lectura.
También existe un segundo tipo de examen SAT, que evalúa los conocimientos específicos en alguna materia. Sin embargo, es voluntario y sólo sirve para reforzar el expediente de ingreso. A diferencia de la PSU, el SAT puede darse varias veces al año (ver nota secundaria).
"Si uno compara el sistema chileno con otros de la Ocde, la conclusión es que el chileno se ha desarrollado dentro de un molde demasiado rígido. Se demoraron 15 años en aceptar a las Ues. privadas. Además, está desbordado por distintos lados: un gran número de instituciones está fuera de él", dice el académico de la UDP José Joaquín Brunner.
Se refiere a los institutos profesionales, centros de formación técnica y universidades privadas no selectivas que no exigen PSU como principal vía de ingreso.
Según datos del Sistema de Información de Educación Superior (Sies) del Ministerio de Educación, este año sólo el 53,3% de los alumnos ingresó a un plantel con requisito PSU, es decir, un poco más de 118 mil alumnos. Hace cinco años, la cifra llegaba a 60,5%.
A ello se suma que cada vez más universidades selectivas abren cupos especiales, dado que los resultados de la PSU están altamente correlacionados con el nivel socioeconómico.
Por ejemplo, la U. Diego Portales abrirá el próximo año 25 cupos para alumnos destacados en la educación media, pero que no les alcanza el puntaje PSU para ingresar a la universidad.
A juicio de la investigadora de la U. Católica Mónica Silva, la PSU discrimina a los alumnos de colegios técnico profesionales. "En Chile existen dos currículos de educación media: el científico-humanista y el técnico-profesional. La PSU sólo evalúa el primero, lo cual resulta injusto para el alumno egresado de un colegio TP", dice.
De hecho, sólo el 10% de estos alumnos de esta modalidad queda seleccionado en una universidad vía PSU, versus el 46% de los alumnos científico-humanistas.