Tras la polémica salida del proyecto Alto Maipo en enero de este año, la administración de Antofagasta Minerals, el brazo minero del grupo Luksic, dijo que uno de los motivos que incidió en la decisión de la minera de dejar la iniciativa era su motivación de enfocarse en el negocio minero.
Ayer, la compañía profundizó su giro y anunció que se desprenderá de la participación que posee en el proyecto fotovoltaico Javiera (40%), ubicado en Taltal y de 69,5 MW de potencia, donde participaba a través de la firma EnergíaAndina, joint venture con la australiana Origin Energy.
Antes de concretar su salida de esta sociedad la minera renegoció las condiciones del contrato de suministro eléctrico, que había suscrito en 2014, tal como lo hiciera con Alto Maipo. Esto, "logrando captar las recientes condiciones de mercado en Chile, donde se han visto reducciones en los precios de la energía", explicó la empresa.
El presidente ejecutivo de Antofagasta plc, Iván Arriagada, dijo que la decisión tomada "se enmarca dentro de la estrategia de Antofagasta Minerals (Amsa) de reducir costos y enfocarse en el negocio que mejor conocemos: la producción de cobre. Estamos muy satisfechos con el acuerdo logrado".
Nuevo enfoque
Con la salida del proyecto Javiera, Antofagasta Minerals ratifica el nuevo enfoque dado a la gerencia de energía de la compañía, que hoy dirige Anna Gretchina, quien asumió tras la salida de Nicolás Caussade. Este último asumió en 2016 la gerencia general de Pattern Energy, hoy socio de Amsa en el parque eólico El Arrayán, único activo eléctrico que mantiene la minera.
La gerencia tiene por objetivo buscar contratos de suministro atractivos para sus faenas mineras. Por ello, deberá dirigir la licitación para obtener un contrato de suministro de largo plazo para la mina Zaldívar, donde Amsa tiene el 50%. El resultado que obtenga la firma tras la licitación será clave para la gerencia, pues en caso de que sea exitoso podrían repetirlos, considerando que varios de los contratos de suministro que tiene la minera vencen en 2020 y que, además, están mirando opciones para la futura expansión de Centinela.
Según fuentes del sector, con la salida de Javiera es poco lo que le queda a Antofagasta Minerals en energía. Si bien tiene el de EnergíaAndina (50%), esta firma no tiene proyectos y sólo maneja algunas pertenencias, sin desarrollos en el horizonte.
El único activo que mantiene es la propiedad del parque eólico El Arrayán, que comparte con Pattern Energy. La unidad tiene una capacidad instalada de 115 MW y vende el 70% de la energía a Minera Los Pelambres.