"Esta es una discusión paralela y distinta a la que tuvimos cuando hicimos el estudio de rentabilidad de las distribuidoras de gas de cañería. Este es un estudio diferente, hecho con otra información, que es la propia de la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS)".
Con esas palabras, el ministro de Energía, Máximo Pacheco, desmarcó a la cartera del oficio que el órgano fiscalizador envió a inicios de marzo a la empresa Metrogas -controlada por Gas Natural Fenosa- para que rehaga sus estados financieros de 2013 y 2014.
Eso, luego de considerar que las conversiones (método por el cual los artefactos se modifican para poder utilizar gas de cañería), no pueden ser contabilizadas como activos, tal y como se había hecho históricamente .
El jefe de la cartera también descartó que la situación, ya apelada por la empresa, afecte sus futuras inversiones.
Este es el segundo impasse que el Ejecutivo enfrenta con la compañía, luego de que en septiembre del año pasado se conociera un estudio que mostraba que la empresa había sobrepasado el límite de rentabilidad establecido legalmente, cuestionándose también la contabilización de las conversiones como activos.
Las declaraciones de Pacheco fueron realizadas en el marco de la inauguración del aumento de capacidad del terminal GNL Quintero a 15 millones de m3 diarios, tras una inversión de US$ 30 millones, que también permitió duplicar la capacidad de carga de GNL en camiones cisterna, pasando a 2.500 millones de m3 al día.
El gerente general de GNL Quintero, Antonio Bacigalupo dijo que la próxima expansión del terminal, que le permitirá alcanzar una capacidad de 20 millones de m3 al día, requerirá de una inversión de entre US$ 250 y US$ 300 millones y que se concretará una vez que se logren los contratos.