La ministra del Trabajo defendió nuevamente el proyecto de reforma laboral que se discute en el Congreso y desestimó que la iniciativa pueda afectar el empleo.
En el marco de su exposición en la mesa redonda "La Tercera Reforma", organizada por Icare, la secretaria de Estado profundizó en los fundamentos que dan origen a la iniciativa legal y planteó con que "cuando los países fortalecen los derechos colectivos de los trabajadores, la distribución del ingreso mejora".
Asimismo indicó que avanzar en la línea del proyecto presentado "constituye un componente sustantivo del desarrollo inclusivo, con mayor equidad, al que, de una u otra manera, todos aspiramos".
Reiteró que "no hay vuelta atrás", en el sentido de que el gobierno se ha puesto al centro de un debate postergado por décadas reafirmando el compromiso de sacar adelante una reforma "de acuerdo a las líneas matrices definidas en nuestro programa de gobierno".
En su exposición Blanco refutó las críticas en torno al proyecto y sostuvo que "algunos detractores plantean falsas dicotomías que no se sostienen bajo un enfoque integral de políticas públicas".
La ministra Blanco planteó que esta reforma no tiene un solo objetivo, sino varios. Que no corresponde afirmar que el fortalecimiento de los derechos colectivos se oponga a la creación de empleo o inversión en capital humano "Esas dicotomías son falaces, pues en todos los casos se pueden conciliar los dos términos de la ecuación, precisamente a partir de una agenda integral como la que estamos desarrollando", indicó.
También descartó un eventual conflicto constitucional en materia de titularidad sindical. En este sentido sostuvo que "la titularidad sindical es consistente con el derecho a negociación colectiva reconocido en la Constitución. Ésta establece que la negociación colectiva es un derecho de los trabajadores. Pero agrega que la ley establecerá las modalidades de la negociación colectiva y los procedimientos adecuados para lograr en ella una solución justa y pacífica".
En cuanto al impacto en las pymes dijo que "se ha argumentado que las empresas de menor tamaño (las Pymes) entregarían el 80% del empleo asalariados en el país y que, en consecuencia, esta reforma laboral tendría un alto impacto para ellas." En ese sentido hizo un llamado a ser riguroso con las cifras "El 66% del empleo asalariado se concentra en empresas grandes y medianas."
Agregó que "este proyecto busca favorecer a más del 85% de los trabajadores asalariados del país que trabajan en empresas pequeñas, medianas y grandes, esperándose los mayores impactos en estas dos últimas".
La titular de Trabajo desetimó que la reforma impacte negativamente en la productividad y el empleo: "este proyecto tiene un foco muy importante en la productividad, al mismo tiempo que la búsqueda de mayor equidad, pues cuando existe una cancha pareja y una institucionalidad adecuada, ambas variables se retroalimentan".
Al respecto, dijo que un mejor clima incide en el fortalecimiento de las relaciones entre los trabajadores lo que incrementa la productividad y competitividad de las empresas y por ende de la economía.
Sobre los efectos negativos a la empleabilidad, afirmó que "la dinámica del empleo suele estar más acoplada al ciclo económico que al impacto de eventuales cambios normativos" y aclaró que "no está acreditado que un cambio en la legislación laboral afecte el empleo".