La ministra de Defensa boliviana, Cecilia Chacón, presentó su carta de dimisión al Presidente Evo Morales, por no compartir la medida adoptada por el mandatario, en contra de una marcha de indígenas que reclaman por la construcción de una carretera que atravesará la selva amazónica.

Dicha medida gatilló en una violenta represión policial con detenidos, heridos, siete niños perdidos, así como 37 adultos que escaparon a la selva cuando se inició la operación policial. Incluso, algunas fuentes hablan de un lactante muerto.

"Asumo esta decisión porque no comparto la medida de intervención de la marcha que ha asumido el gobierno y no puedo defender ni justificar la misma, en tanto existan otras alternativas en el marco del diálogo", dijo Chacón en la carta de renuncia enviada a Morales. "A¡No así­! Acordamos con el pueblo hacer las cosas de otra manera", agregó.

En tanto, pobladores ocupaban con barricadas la pista de aterrizaje del aeropuerto de la localidad amazónica de Rurrenabaque para evitar que la policía evacue a centenares de indígenas detenidos ayer.

"Queremos que el presidente Morales se compadezca. Hay heridos, madres sin niños y niños sin madres pero la policí­a no nos deja socorrerlos con alimentos y medicamentos", dijo a agencia AP una manifestante que sólo se identificó como Emilce.

Hasta hoy no había un informe oficial sobre los resultados de la intervención policial. Anoche los pobladores de la localidad vecina de San Borja prendieron fogatas en la ruta para impedir el paso de los buses llenos en los que la policía trasladaba a los manifestantes indígenas detenidos.

Ante ello, la caravana tomó otra ruta de salida por Rurrenabaque, donde los pobladores se organizaron en manifestaciones callejeras el lunes temprano para defender a los nativos detenidos."Hay una persecución injusta contra los indígenas", dijo el Defesor del Pueblo, Rolando Villena. En varias ciudades se organizaron grupos de vigilia para protestar contra la acción policial.

El subcomandante de la policía coronel Oscar Muñoz, quien presidió el operativo, dijo que "la agresividad" de los indígenas hacia autoridades gubernamentales, fue "el detonante" que obligó a los agentes a intervenir la protesta. Los efectivos usarin gases lacrimógenos y equipo antimotín para desbaratar la protesta pero no había informes oficiales de heridos.