El anuncio de la instrucción a los ministerios de Defensa, Trabajo e Interior, de hacer una propuesta que acabe las distorsiones existentes en el régimen de Fuerzas Armadas, de Orden y Seguridad, sorprendió dentro del anuncio de Michelle Bachelet. No sólo porque les dieron 45 días para elaborar una iniciativa sino porque hasta ahora se había cautelado una estricta separación de este tema respecto de la reforma de pensiones al sistema de AFP.
¿Por qué se incluye el sistema de FF.AA. en el discurso presidencial por reforma?
Era importante que la presidenta le dijera a la ciudadanía que vamos a hacer las propuestas que correspondan, porque hay distorsiones. Sin perjuicio de las regulaciones que se le han hecho, nos pareció que era importante que viéramos las distorsiones del sistema. Las informaciones de prensa sobre este tema sonaron un poquito a escándalo, pero puedo dar fe de que ya hace varios meses desde el Miniasterio del Trabajo planteábamos que si estábamos proponiendo modificaciones a las AFP, no podíamos no mirar -al menos- a las FF.AA., con un tratamiento distinto, sí, porque está la carrera militar de por medio. Al menos en el caso del Ministerio del Trabajo, esto no es una reacción. Quiero ser precisa. En este proceso de discusión, elaboración y búsqueda de acuerdos, nosotros ya habíamos hablado de la necesidad y urgencia de abordar estos temas.
¿No se pudo actuar antes, considerando que no se trata de casos nuevos ni desconocidos?
A mi me toco vivir de cerca la vuelta a la democracia, por ser hija del ministro del interior de la época (Enrique Krauss) y haber visto las complejidades de lo que fue la instalación del Gobierno del presidente (Patricio) Aylwin, sin olvidarnos que teníamos a (Augusto) Pinochet de comandante en jefe del Ejército.
Lo que quiero decir, es que cuando miramos la historia reciente de nuestro país, nos damos cuenta de que no solamente en la vinculación con las Fuerzas Armadas - en que había que volver a confiar de parte de la ciudadanía- sino que en todo lo que fue la reinstalación de tantas cosas que se habían quedado en el camino, si hacemos la historia más desapasionada y desideologizada, podremos ver que se hicieron los pasos para llegar hoy día a un momento en que nadie va a decir que no debemos abordar el tema de las pensiones de las FF. AA.
¿Ahora es el momento entonces...?
Nadie puede decir hoy que es por razones electorales o rabia. Nadie. Porque todos coincidimos en que el sistema de pensiones debe transitar a algo más justo y equitativo. Las cosas ocurren cuando tienenque ocurrir, porque cualquier cosa que fuerces anticipadamente probablemente no logre sentarse en la ciudadanía como a uno le gustaría".