"Es evidente que ella (Jacqueline van Rysselberghe) tiene problemas, no sólo con gente de RN en la Octava Región, sino también con la UDI, por lo que es un tema que hay que abordar con seriedad". La frase la dijo el miércoles pasado la ministra del Trabajo, Evelyn Matthei, cuando tanto en la Alianza como en el gobierno se esforzaban por alinear a sus diputados para que no respaldaran la acusación constitucional contra la jefa regional del Biobío.

Pero el rol de la ex senadora UDI -quien fue una de las primeras en salir en defensa de la ministra de Vivienda, Magdalena Matte, cuando la intendenta vinculó a esa cartera en las supuestas irregularidades- no se limitó sólo a levantar revuelo en la Alianza con sus dichos. Según fuentes de gobierno, Matthei tuvo un papel clave en la decisión de La Moneda de remover a Van Rysselberghe.

Las mismas fuentes explican que fue Matthei quien, tras ser contactada desde La Moneda para advertirle lo inconveniente de sus dichos, aprovechó la oportunidad para informar de una de las denuncias de eventuales irregularidades que circulaban por esos días en el oficialismo contra la intendenta.

La versión transmitida por la ministra fue que, en una reunión realizada semanas atrás en la caleta de Tubul, Van Rysselberghe había dicho a dirigentes sociales que si bien la situación de sus viviendas no calificaban para obtener subsidios, ella se encargaría de gestionarlos.

Esto era una situación similar a la primera denuncia en contra de la jefa regional, en que -de acuerdo con una grabación difundida en febrero por el senador Alejandro Navarro (MAS)- Van Rysselberghe explicaba que había "inventado una historia" ante el gobierno para pedir subsidios de reconstrucción para viviendas no afectadas por el terremoto.

Según dijeron fuentes oficialistas, el episodio en Tubul había sido informado a Matthei a principios de la semana por algunos parlamentarios oficialistas. Esta denuncia comentada por Matthei a La Moneda se sumó a otra información de eventuales irregularidades, recibida el martes de esa semana por el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter.

El jefe de gabinete había recibido -también de parte de parlamentarios oficialistas- un correo electrónico con antecedentes sobre un caso similar al de Tubul, esta vez en la comuna de Bulnes.

Ante esto, el jueves y tras conocer la versión aportada por Matthei, Hinzpeter telefoneó al alcalde de Bulnes, Rodrigo de la Puente. El jefe comunal, dicen en el Ejecutivo, refrendó la denuncia. El Presidente Sebastián Piñera, señalan en el gobierno, escuchó completa la versión entregada ese día por De la Puente. El domingo pasado, consultada por ese episodio en Tolerancia Cero, Van Rysselberghe descartó cualquier irregularidad.

Nueva investigación

La información disponible gatilló una inmediata preocupación en Palacio y comenzó a originar dudas. Esto, pese a que -en paralelo- los principales dirigentes de la UDI y de RN intentaban alinear a varios diputados díscolos que aún no daban señales de respaldo a Van Rysselberghe.

En ese escenario, el Presidente Piñera instruyó a Hinzpeter para que realizara una nueva investigación en Biobío, distinta a la que a principios de marzo se había concentrado en la denuncia del opositor senador Navarro.

"La alerta de Matthei fue clave", reconocen en el gobierno, donde sostienen que la acción de la ministra fue determinante para encender las alarmas y poner piso a las versiones que circulaban en el oficialismo.

La nueva indagación interna, que comenzó el jueves de la semana pasada, fue encargada por Hinzpeter a la ministra Matte y realizada en la misma Región del Biobío por personal del Ministerio de Vivienda.

Incluso, los funcionarios visitaron las viviendas de Tubul y Bulnes aludidas en la denuncia, constatando que sus condiciones no calificaban para incluirlas como eventuales beneficiarias de subsidios.

Las conclusiones de este trabajo, en que se confirmaban las denuncias de Tubul y Bulnes, fueron transmitidas desde Vivienda a La Moneda el viernes.

Así, en el gobierno sostienen que la definición final de la salida de Van Rysselberghe fue tomada entre el mediodía y las 18 horas de ese día. A esa hora, Piñera analizó el tema con Hinzpeter y el titular de la Segpres, Cristián Larroulet. Con todos los datos sobre la mesa, el Mandatario zanjó el asunto: pidió comunicar a la UDI el nuevo escenario, algo que Hinzpeter concretó a la mañana siguiente en Palacio.