Cuando asumió el Ministerio de Vivienda, en marzo pasado, su objetivo era fortalecer las políticas habitacionales propiciando alternativas para la integración de los barrios en las ciudades. Sin embargo, las dos grandes emergencias ocurridas en abril -el terremoto del Norte Grande y el incendio de Valparaíso- impactaron directamente en las prioridades de su gestión. Al cerrar el año, la ministra Paulina Saball realiza un balance de los subsidios entregados a los damnificados por ambas tragedias, pero, además, asegura que existen cerca de 20 mil familias afectadas por el terremoto de 2010 que aún tienen problemas de acceso a una vivienda. Por lo mismo, asegura que el 2016 es la meta para terminar ese proceso.

¿Qué falta para cerrar el proceso de reconstrucción del 27/F?

Nos queda concluir exitosamente los 16.414 subsidios que se están ejecutando, que incluyen viviendas nuevas y reparaciones. Queda una gran tarea respecto de los 2.844 subsidios que están por iniciarse, buena parte de ellos son reparaciones y la mayoría son inmuebles dispersos en el sector rural. Queda seguir avanzando en el tema de casas sin recepción municipal, que son 29 mil de un total de 40 mil que recibimos, si bien es un trámite que no afecta la habitabilidad de éstas, sí afecta la seguridad de las familias y la posibilidad de introducir mejoras en ellas. Y luego tenemos 7.714 soluciones habitacionales entregadas que tenían problemas de constructibilidad, de las que quedan unas seis mil por solucionar.

¿Cuáles son esos problemas?

Teníamos varias situaciones y la mayoría en viviendas  de condominios. Sus problemas eran de techumbre, filtraciones, anegamiento por lluvia en los suelos, problemas de constructibilidad en los espacios comunes, ventanas, escaleras. En cada uno de los casos tuvimos que ver si pese al tiempo que ha transcurrido desde que fueron entregadas todavía es posible hacer efectivas las boletas de garantía, o si tendremos que generar un nuevo proyecto.

Entonces, ¿cuándo se podría dar por finiquitado todo el proceso?

Nuestra meta es que a 2016 el proceso de reconstrucción del 27/F haya concluido completamente.

¿Y respecto del terremoto del Norte Grande?

Tanto para el terremoto del Norte Grande como para el caso del incendio de Valparaíso, nuestra meta de 2015 es que todas las familias damnificadas tengan un subsidio asociado a una solución y que todas las obras de reconstrucción se hayan iniciado. En el norte, de las 10.218 viviendas dañadas en total, hoy 4.030 tienen proyecto, subsidio y empresa asociada.

¿Qué pasa con el resto?

Una parte importante se va a viabilizar cuando concluyamos el proceso de los condominios de viviendas sociales que hay que demoler y volver a construir en Iquique y Alto Hospicio, que son casi dos mil viviendas. Lo que más nos ha tomado tiempo es el caso de Pozo Almonte, donde el proyecto de reconstrucción es posterior al proceso de urbanización que lleva la Subdere, que está en pleno desarrollo. Una vez que eso se ejecute podemos iniciar obras.

¿Cuándo finalizará?

Esperamos que al término del gobierno de la Presidenta Bachelet esté construido. Este año deberíamos saldar con las reparaciones. Pero en el tema de demolición y reconstrucción de los blocks de Iquique y Alto Hospicio, todas las etapas tardan entre 12 y 18 meses.

Y en el caso de Valparaíso, ¿qué es lo más complejo?

El catastro arrojo 2.989 viviendas dañadas, y hasta ahora hemos entregado 1.192 subsidios. Sin duda, lo más complejo es la construcción en sitios residentes, porque implica que los proyectos se evalúen uno a uno. Y 2015 será relevante, dado que se van a iniciar las obras de macroinfraestructura comprometidas en el plan de inversión como vialidad, infraestructura sanitaria, parques y limpieza de quebradas.

Cuando asumió había más de 40 mil subsidios sin proyectos asociados. ¿Cuántas soluciones han entregado para esas familias?

Hemos disminuido en un 71% ese número de subsidios sin aplicar. Más de 28 mil familias. Pero también hemos trabajado para dar curso a una cantidad importante de proyectos que estaban paralizados o sin iniciar porque estaban desfinanciados. Y también hemos realizado modificaciones a tres programas habitacionales: el Fondo Solidarios de Elección de Vivienda, para clases vulnerables; el Sistema Integrado de Subsidios Habitacionales para sectores medios, y el Programa de Protección de Patrimonio Familiar para ampliar, reparar o mejorar viviendas.

¿Cuáles son las principales modificaciones?

Se adecua el monto del subsidio según la localización del proyecto y llegaría a las 900 UF en el caso de familias vulnerables. Para sectores medios introdujimos el seguro de cesantía durante todo el tiempo del crédito y estamos bonificando el pago oportuno del dividendo. Aplicarán las mismas condiciones que se hablaron con el subsidio extraordinario de reactivación. Todo esto nos permitirá que en 2015 tengamos 100 mil viviendas en proceso de construcción, que significará la generación de 150 mil puestos nuevos de trabajo.

Para 2015, ¿cuántos subsidios se espera entregar?

Más de 170 mil nuevos, de los que 41 mil son para sectores vulnerables, 38 mil para sectores medios y el resto para mejoramiento de viviendas.

¿Y los objetivos para los cuatro años de gobierno?

Esperamos posibilitar el acceso a la vivienda a unas 300 mil nuevas familias. Y también que tengamos una gestión de suelo público y llevemos adelante las reformas propondrá el Consejo de Desarrollo Urbano, que garanticen de forma permanente la posibilidad de insertar la vivienda social de manera integrada al interior de las ciudades.

Por último, respecto a campamentos, ¿cuántos de ellos esperan solucionar?

En 2014 habremos cerrado 40 campamentos y beneficiado a 1.345 familias. Para el 2015 se proyecta el cierre de 60 más, que beneficiarán a otras 1.800 familias.