Tras un mes en que las críticas, las interpelaciones y las declaraciones cruzadas por la nueva ponderación del ranking de notas han marcado la pauta del Consejo de Rectores (Cruch), los directivos de las 25 universidades tradicionales sesionarán hoy en Valparaíso. En la reunión se hablará, entre otros temas, del sistema de admisión a sus planteles. Pero los rectores también recibirán un oficio del Ministerio de Educación que aborda lo ocurrido con el ranking de notas y llama, fundamentalmente, a frenar la gradualidad de los cambios y a establecer una mesa de trabajo para "asegurar un mejor cumplimiento de los objetivos de equidad en el proceso de selección". Desde el Mineduc ven con preocupación el actual momento y la ministra Carolina Schmidt plantea su desacuerdo con la fórmula que utilizó el Cruch para determinar la nueva ponderación de las notas. "El ministerio ha sido consistente en señalar que, respetando la autonomía de las universidades y considerando que el ranking es una medida positiva y que va en la dirección correcta para aumentar la equidad en los procesos de selección, la fórmula que utilizó el Cruch nos merece reparos".
¿Cuáles son sus reparos?
La fórmula es una bonificación a las notas de enseñanza media y eso tiene dos dificultades importantes. La primera hace que en establecimientos que tienen mayor promedio de notas, sus alumnos tengan mayor bonificación por concepto de ranking. En Chile, el promedio de notas de los colegios particulares pagados es de 5,9 y en los municipales es de 5,4 y ahí se produce una diferencia importante. Además, la fórmula elegida hace que dos alumnos, que están ambos en el 10% de mejor rendimiento de sus respectivos colegios, se les asigne un puntaje diferente y sólo por el hecho de estar en establecimientos distintos van a tener más de 100 puntos de diferencia. Eso hace, por ejemplo, que a un alumno del colegio Cumbres se le asigne un puntaje de 796 puntos y a un alumno del liceo municipal Baldomero Lillo, de Recoleta, que está en el mismo 10%, 669 puntos (ver infografía). Es decir, permite que aquellos colegios que tengan una mejor escala de notas tengan también un mejor ranking que aquellos que tienen una menor escala. Esta fórmula del ranking beneficia más a los colegios particulares, que en Chile son los que tienen notas más altas.
Nuestra segunda diferencia es con la gradualidad con que se aplica una medida. Cualquiera sea ésta, si se aplica de una manera muy abrupta, genera un impacto muy relevante en todo el sistema de educación escolar, que es justamente lo que estamos viendo este año con el cambio en la ponderación del ranking, donde hay establecimientos que están generando acciones no deseadas como una medida de influir en los resultados de sus alumnos, y eso nos preocupa.
¿Pero el ministerio está a favor del ranking o está en contra?
El ranking es una medida positiva, incluso con toda estas debilidades que presenta. Si uno mira las brechas que se producen entre los distintos establecimientos educacionales, según las herramientas que se aplican para el proceso de selección, la brecha que se produce entre colegios particulares en relación con los municipales en la PSU de Matemáticas es de 118 puntos. Esta misma brecha es de 60 puntos en relación al NEM y se reduce a 50 en el caso del ranking, por lo tanto, efectivamente, apunta en la dirección correcta. Sin embargo, el objetivo de introducir un ranking era, justamente, eliminar esta brecha y que fuera la variable más pura de equidad en el proceso de selección, por eso tenemos diferencias en la fórmula que se ha aplicado y en su gradualidad.
OFICIO A RECTORES
¿Cómo entiende el ministerio una aplicación "gradual"? ¿Qué hubiera sido lo ideal para la puesta en marcha de esta medida?
El consejo dio cumplimiento a los plazos regulares para informar sus ponderaciones, pero en este caso no fue suficiente. Cuando hay modificaciones relevantes, ya sea en las herramientas o en las ponderaciones, el hecho de anunciarlo en octubre, como se hace regularmente, produce efectos como los que se están viendo hoy en el sistema escolar.
¿Ante ese escenario, qué puede hacer el Mineduc?
Vamos a presentar mañana (hoy) un oficio al Cruch, para que las instituciones deban hacer tres cosas: primero, que los cambios que realicen, dentro de su autonomía, se apliquen de manera gradual y se informe de sus efectos a la opinión pública. Se establezca un máximo de 5% en la variación en la ponderación que se aplique a cualquier herramienta para distintas carreras entre un año y otro. Nadie implementa una nueva medida para empeorar, pero cuando se hace muy abrupta, el impacto que produce es muy importante y eso afecta gravemente a muchos alumnos. Además, los cambios en las herramientas o en las ponderaciones tienen que estar informados con tiempos mayores a los que hoy están establecidos. También pediremos que se forme una mesa técnica con la participación de distintos actores, como directores de colegios, académicos del consejo y del Mineduc, para evaluar las mejores fórmulas de cálculo utilizadas para el ranking, de manera de ir midiendo los efectos de esa medida.
¿Qué temas se abordarían en esta mesa de trabajo?
Dado que el Consejo de Rectores ha manifestado su intención de modificar la fórmula de cálculo que ha establecido para los futuros procesos de selección, que se analicen de manera conjunta las diversas alternativas de fórmula y se evalúe el impacto de cada una, para poder tener una fórmula de mayor consenso en la aplicación de este ranking, que todos unánimemente apoyan como una medida que va en la dirección correcta.
¿Cómo espera que los rectores acojan hoy su pedido?
Creo que los rectores están viendo en la práctica que lo que señaló el ministerio es su preocupación por el impacto que la suma de las decisiones tomadas por cada universidad de manera autónoma tendría en la educación escolar. Creo que ningún rector quiere volver a ver lo que se ha visto en este proceso de admisión 2014. Espero que acojan de buena forma mejorar la institucionalidad.
El rector del Instituto Nacional, que hoy presentaría un recurso de protección para frenar el alza en la ponderación del ranking, le pidió en su momento "que se baje del balcón" y ofreciera soluciones ante la situación...
Eso denota un desconocimiento de la institucionalidad vigente, porque, finalmente, son las instituciones las que tienen la autonomía de determinar cuáles son sus procesos de selección. Pensar que uno tiene la atribución para poder obligar a las instituciones para cambiar tanto la fórmula de aplicación, los momentos o las ponderaciones de nota, es pensar que efectivamente no existe la conciencia de la autonomía de las instituciones en estos procesos.
¿El Mineduc podría tener mayor injerencia, considerando que también financia gran parte de la PSU?
Nosotros hemos manifestado en repetidas oportunidades nuestra preocupación por los procesos de selección, no solamente por el tema del ranking, sino también por la PSU, y en relación con la prueba, hemos solicitado el cronograma de los cambios a implementar, como las modificaciones que tienen que ser hechas en este instrumento para una mayor equidad como medida de selección de los técnico-profesionales, que representan el 43% de la matrícula de educación escolar y que se ven tremendamente afectados por la PSU.